Las cotizadas gallegas deben tener el doble de consejeras para cumplir con la CNMV

Elvira Rodríguez aspira a que en 2020 las empresas de la bolsa española tengan una representación femenina de, al menos el 30%, en sus órganos de administración

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Las cuatro grandes cotizadas gallegas (Pescanova y la recientemente quebrada Martinsa están suspendidas) suman un total de 37 miembros en sus consejos de administración. De ellos, tan sólo cinco con mujeres. En muchos de los casos, además, vinculadas a algún componente masculino del órgano de dirección. De aquí a 2020 la presencia femenina tendrá que medrar en las cúpulas de las grandes firmas gallegas si quieres adaptarse a los códigos de buen gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, Inditex, Zeltia, Adolfo Domínguez y San José tendrán que duplicar el número de consejeras hasta llegar, como a mínimo, a diez. Y es que la intención de la presidenta del supervisor bursátil, Elvira Rodríguez, es que en el horizonte del 2020 el número de consejeras represente, al menos, un 30% del total del órgano de dirección.

Inditex, la que más se acerca

Porcentualmente, la representación femenina en el consejo de administración de Inditex supera el 20%. De los nueve asientos que conforman el órgano de dirección, dos están ocupados por mujeres. Una es Flora Pérez Marcote, la mujer de Amancio Ortega, en representación de Gartler, la sociedad con la que el fundador de la textil mueve su mayoría accionarial.

La otra es la consejera independiente Irene Miller, que lleva la friolera de 14 años con un asiento en la cúpula de Inditex y que sustituyó a Juan Manuel Urgoiti como presidenta del comité de Auditoría y Control cuando este trató de sacar a flote Pescanova.

Para llegar al porcentaje de cuota femenina del 30%, Inditex tendría que substituir a uno de sus consejeros por otra mujer en caso de mantener la estructura de nueve asientos.

De Zeltia a San José

Zeltia, la farmacéutica de José María Fernández de Sousa, cuenta con un consejo de administración conformado por 12 personas. Tan sólo hay una mujer, Montserrat Andrade, mujer del presidente de la compañía. En vida, la ex mujer de Amancio Ortega, Rosalía Mera, fue también consejera, en virtud del 5% del capital social de la compañía que poseía a través de Rosp Corunna Participaciones Empresariales. A su muerte, su hija y heredera, Sandra Ortega, colocó en el consejo como representante a José Leyte.

En 2020, si la compañía quiere adecuarse a los dictados de buen gobierno de la CNMV debería tener a cuatro mujeres en su órgano de dirección.

La otra textil gallega que cotiza en bolsa, Adolfo Domínguez, tampoco cuenta con una representación femenina destacada en su consejo. Porcentualmente llega al 14%. De siete consejeros, tan sólo cuenta con una empresaria, Elena González, mujer del modisto ourensano. Para lograr la cuota del 30% debería tener a dos consejeras.

La constructora de Jacinto Rey, San José, posee un consejo de administración integrado por nueve miembros. De nuevo, tan sólo una mujer: Altina de Fátima Sebastián. La compañía debería tener tres consejeras para conseguir la cuota del 30%.

Las damas gallegas del dinero

Y, si bien las cúpulas empresariales gallegas no se caracterizan por la presencia de mujeres, lo cierto es que de la comunidad han salido grandes empresarias desde hace décadas. En la actualidad, Sandra Ortega defiende el título de mujer más rica de España, con una fortuna de 5.613 millones de euros según Forbes.

Entre las grandes fortunas gallegas también destaca Isabel Castelo, la presidenta de Seguros Ocaso, que dirige una compañía que cuenta con casi 1.800 empleados y amplia presencia internacional.

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