La Xunta se desentiende de la crisis de la patronal
Rueda dice que el Gobierno gallego "no puede solucionar un problema que no provocó"
La Xunta ‘pasa’ de la Confederación de Empresarios de Galicia, que mañana vota un plan de viabilidad decisivo para evitar caer en concurso de acreedores. El vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Rueda, ha subrayado el «apoyo» dado a organizaciones empresariales «durante estos años», pero ha puesto como excusa que «lo que no puede hacer el Gobierno de la Xunta es solucionar directamente crisis que no provocó».
Las declaraciones de Rueda se producen el mismo día que Antonio Dieter Moure, presidente de la CEG, se reúne con Núñez Feijóo. Lo hizo anteriormente en abril sin conseguir grandes logros en el encuentro, donde el presidente de la Xunta se reafirmó en la reclamación de más de 600.000 euros por gastos sin justificar de la red exterior.
La Xunta se queda al margen
La nueva reunión se produce con la patronal con la soga al cuello, con la exigencia de aprobar el plan de viabilidad sobre la bocina para luego negociar con la banca y evitar la suspensión de pagos. Rueda ha expresado su deseo de que la CEG llegue a buen puerto porque «es bueno que haya» una organización empresarial «fuerte».
Sin embargo, ha remarcado la independencia de la organización respecto al Gobierno gallego, algo que no está tan claro, pues en las pasadas elecciones a la Confederación de Empresarios de Pontevedra hubo cruces de acusaciones sobre posibles injerencias de Partido Popular y PSOE.
De hecho, Rueda fue uno de los cargos a quien acusaron los críticos de la patronal pontevedresa de intentar mediar en favor de José Manuel Fernández Alvariño. El vicepresidente de la Xunta, sin embargo, se ha desentendido del problema actual, pues «le corresponde solucionar a ellos» esa situación, «con independencia de la ayuda que le pueda dar la Xunta para su funcionamiento ordinario».
