La Xunta quiere inyectar un mínimo de 4 millones de euros en Alimentos Lácteos

La empresa, a punto de entrar en concurso de acreedores, espera financiación para poner en marcha su plan de negocio

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Alimentos Lácteos, el proyecto de agrupación de cooperativas gallegas que lanzó al mercado las marcas De leite y Muuu, sigue a la espera de una respuesta positiva de la Xunta para poner en marcha su plan de viabilidad y encender las máquinas de su planta en Outeiro de Rei (Lugo), apagadas desde comienzos de marzo.

El nuevo plan de negocio, tutelado por Leche Pascual –el propietario de la fábrica luguesa– y elaborado por su consultora de confianza, MV Asociados, ha pasado por los departamentos de Medio Rural y Economía, además de por el Igape y Xesgalicia. El Gobierno gallego ha transmitido a la empresa y a los trabajadores que el proyecto le gusta, pero la financiación para ponerlo en marcha sigue sin definirse.

4 millones

Pascual estaba dispuesto a arrancar el proyecto con 2 millones de euros. El grupo burgalés, el arrendatario de la planta, tendrá su papel en la gestión del nuevo Alimentos Lácteos cuando entre en escena el socio industrial de la empresa gallega. De ahí su empeño en sacar del coma a la planta de Outeiro de Rei y su flexibilidad a la hora de ingresar los pagos que se le adeudan por el alquiler.

La Xunta, en cambio, no contempla una cantidad inferior a 4 millones de euros para salir al mercado. Es la cuantía que necesitaría la empresa para apurar la capacidad de su planta, envasar por encima de los 8 millones de litros mensuales y llegar a la rentabilidad desde el nacimiento de la nueva etapa.

Con esta idea, el Gobierno gallego sigue buscando una inyección para Alimentos Lácteos, que el 27 de mayo entrará en concurso de acreedores si nadie lo remedia.

Inminente concurso de acreedores

¿Sería posible encontrar una solución dentro el concurso de acreedores? Sí, pero la empresa y, sobre todo, los trabajadores, esperan encauzar la situación sobre la bocina.

“No sería de recibo”, explica López Carmona, secretario comarcal de la Fgamt-CIG de Lugo, que está ejerciendo como representante de los 80 empleados de la fábrica.

“Nunca pedimos que se salvara la vida a un Alimentos Lácteos sin viabilidad. Pero una vez que hay compromisos en el sector, un proyecto validado por la propia Xunta, y después de que los trabajadores hayan cumplido con un Expediente de Regulación de Empleo, esperamos una respuesta positiva. Sería cumplir con el compromiso que proclama tener la Xunta con la empresa”, expone.

La deuda, renegociada

Según empresa y trabajadores, las peticiones del Gobierno gallego se han ido cumpliendo. Se entregó el plan de negocio –que fue modificado en algunos puntos a petición de la Administración–, se entregó el compromiso firmado de las cooperativas para las entregas de leche y se renegoció la deuda que arrastra la empresa, cercana a los 14 millones de euros y que salpica a la Xunta, los productores, la banca y a proveedores.

Según fuentes próximas a la negociación, la empresa habría conseguido rebajar la cantidad cerca de dos millones. En todo caso, “una cantidad poco significativa”. El principal objetivo era conseguir aplazamientos, ganar tiempo. “En este aspecto, sí que se han firmado buenos acuerdos”, destacan las mismas fuentes.

Los pasos de la Xunta

Pero el Gobierno gallego no está dispuesto a asumir otro batacazo en un proyecto para el que movilizó en el pasado 5 millones de euros en préstamos y avales, según la respuesta oficial de la Xunta a una petición de información del BNG. Pero la importancia de Alimentos Lácteos, más allá de las cuentas públicas y de los daños colaterales en productores y cooperativas, tiene también una lectura política. En su momento, la oposición criticó al Partido Popular por impulsar económicamente un proyecto «inviable» y favorecer a cooperativas afines al partido.

Ahora la cautela se extrema. La Xunta ha departido con cada uno de los actores implicados. Se ha reunido con los trabajadores –esta misma semana, el director de Xesgalicia, Juan Cividanes, mantuvo un encuentro con el comité de empresa–, ha pedido garantías a cooperativas y productores para evaluar el compromiso del sector y mantiene el contacto con el socio industrial.

Dos peticiones de los trabajadores

Sin embargo, no ha optado por sentar a todas las partes implicadas en la misma mesa, algo que le habían solicitado los trabajadores, a la vez que emprendían una serie de movilizaciones para demandar una solución para la fábrica.

La plantilla participó en una propuesta de mínimos, a iniciativa del BNG, que planteaba a la Xunta tres demandas: reunir a las partes implicadas en el nuevo proyecto para analizar el futuro de la planta, poner en común el plan de viabilidad y la inyección económica necesaria para llevarlo a cabo, y, añadía el BNG, revelar la información relativa al dinero público destinado a Alimentos Lácteos.

Pero el Gobierno gallego sigue realizando los contactos por su cuenta. De manera más compartimentada de lo que los trabajadores desearían, el diálogo sigue su curso. Queda pendiente la respuesta final de la Xunta.

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