La venta de Azkar al grupo alemán Dachser superó los 200 millones

El consejero delegado de la compañía bávara destaca la “magnitud” de la operación, que demuestra que el consorcio “cree en España”

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La venta del líder español del transporte, Azkar, a los alemanes de Dachser representa, de largo, la mayor operación corporativa del año en Galicia y también de las más elevadas de Europa en su sector. Aunque los dos grupos, con una cultura empresarial similar y muy poco dados a difundir datos sobre su negocio, mantienen un calculado hermetismo sobre el importe de la operación, fuentes del propio sector estiman que la venta se cerró finalmente por un importe superior a los 200 millones de euros. Y lo hacen teniendo como referencia la saneada situación financiera de la compañía, con una deuda contenida en los últimos años, que ha disminuido hasta situarse por debajo de los 20 millones en 2010, y sobre todo, a una gran capacidad para generar beneficios por parte del grupo presidido hasta ahora por Luis Fernández Somoza.

Azkar, en la que Dachser entró en 2008, emplea actualmente a unas 3.000 personas en 91 centros y el año pasado facturó 367 millones de euros. La compañía, según las últimas cuentas presentadas, logró en 2010 un resultado de explotación de 13,9 millones de euros, y elevó su beneficio de explotación (ebitda) prácticamente hasta los 23 millones de euros. En el anuncio de la operación, el consejero delegado de Dachser, Bernhard Simon, se limitó a destacar que una inversión de la «magnitud» de la acometida por el grupo bávaro, a pesar del momento actual, refleja que «cree en España» y en la capacidad de un equipo de gestión español para «estar a la altura de las exigencias». La compañía, con la compra del 90%, se hace con todo el capital de Azkar.

Fortaleza financiera

Una prueba de esa fortaleza para generar recursos es el ratio del ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), que, según las cuentas propia compañía, arroja un margen del 7,6%, “cifra claramente superior al mercado nacional e internacional, cuyo valor medio de margen es del 6%”, señala en su memoria. En esta línea de robustez, el apalancamiento financiero de Transportes Azkar se situó en el 2010 en el 30%, y los gastos financieros, lo que paga por sus créditos, fueron de 3,2 millones, un 13,7% por debajo de los registrados un año antes. El ratio de deuda sobre ebitda, según sus cuentas, se sitúa en 2,81, “muy por debajo de la media del mercado”, insisten.

Azkar se convirtió en 1999 en la primera empresa del sector transporte en salir a Bolsa, operación en la que participaron el 90% de los empleados, incluidos los autónomos. Inicialmente, el 44% del capital salía al mercado, lo que supuso para la compañía unos ingresos de 150 millones de euros. La operación fue inicialmente todo un éxito, ya que las acciones se revalorizaron un 25% durante la primera jornada.

Ida y vuelta en Bolsa

La presencia de Transportes Azkar en el parqué duró cinco años y medio. Si en el momento del lanzamiento de la oferta pública de venta (OPV) la compañía había justificado la operación como una fórmula para garantizar la continuidad más allá de su fundador, en 2004 se constataba que la cotización había pasado bastante desapercibida para los inversores. Más tarde, la salida de Bolsa mediante una opa de exclusión daría a la compañía una “mayor flexibilidad” y “más capacidad para crecer”.

Pero la operación tenía otro efecto: la familia Fernández Somoza reforzaría su control del capital junto con alguno de los socios minoritarios de entre los que componían su accionariado. La salida y posterior exclusión de Bolsa llevó al presidente de Transportes Azkar a constituir una sociedad de inversión en capital variable (sicav), Ardizia de Inversiones, en la que también está presente su mujer e hijas, que llegó a contar con un patrimonio medio de nada menos que unos 252 millones de euros.

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