La última de Gorriarán (ex Caixanova): pufos con su hermano futbolista

Gregorio Gorriarán, directivo de Caixanova, declaró en la Audiencia Nacional por el perjuicio que causó a la caja gallega un préstamo a una inmobiliaria

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La cúpula de la antigua Caixanova ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados. Estes lunes, la Audiencia Nacional inició el juicio que investiga el préstamo de 67 millones de euros de la caja gallega a una inmobiliaria, Rivas ACI, con el objetivo de llevar a cabo una operación inmobiliaria en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid. Una operación que generó un perjuicio para la caja de más de 48 millones de euros.

Se trata de una de las siete operaciones sospechosas que supuestamente llevó a cabo la caja de Julio Fernández Gayoso y que, en su día, fueron notificadas a la fiscalía por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), entidad que estuvo al frente de NovaGalicia Banco hasta su venta, mediante un proceso de puja, a la venezolana Banesco. La Fiscalía Anticorrupción solicita cuatro años de prisión por administración desleal continuada tanto a Fernández Gayoso, como a tres dirigentes más de la entidad: Gregorio Gorriarán, José Luis Pego y Domingo González Mera. Se les acusa de un delito societario de administración desleal. Abanca, como entidad heredera de las cajas gallegas también personada en el juicio, reduce la petición de condena a tres años.

De nuevo, en el juzgado

No es la primera vez que Gayoso, Pego y Gorriarán se encuentran en una situación similar. En 2015, la Audiencia Nacional ya los condenó a dos años de prisión por el cobro de indemnizaciones millonarias que se concedieron a sí mismos antes de abandonar la entidad, a pesar de la quiebra en la que se encontraba Caixanova. A finales de 2017 quedaron en libertad, al concedérseles el tercer grado penitenciario. Sí es, no obstante, una de las pocas veces en que Gorriarán ha hablado de su hermano y socio empresarial, Antonio Gorriarán. El ex director general adjunto de Caixanova habría avalado la operación inmobiliaria de Rivas-Vaciamadrid en favor de una sociedad que presentaba problemas de liquidez y solvencia y en cuyo capital participaba, entre otros, Gorrigebe, empresa propiedad de su hermano.

Gregorio Gorriarán declaró este lunes ante la Audiencia Nacional y aseguró que, a pesar de la crisis del ladrillo que en aquel momento sacudía España, la operación de Rivas fue merecedora del préstamo millonario de la caja viguesa ya que era “muy interesante”, tanto por el importe “como por lo que llevaba detrás”. El exdirectivo aseguró que el, personalmente, valoró la operación de forma positiva en base a un primer informe de tasación.

¿Qué dice Anticorrupción?

Anticorrupción expone en su acusación que los riesgos de esta concesión no fueron explicados al consejo de administración de Caixanova puesto que, con carácter previo a su aprobación, la financiera se habría servido de análisis incompletos que no distinguían el valor entre las fincas que entraban en la operación. Tampoco se tuvo en cuenta ni que el hermano el directivo formase parte de la sociedad prestataria ni los problemas que presentaba.

Según el relato de la agencia Efe, Gorriarán, con un recurrente tono airado, reconoció este lunes que aunque les llegaron “algunas alertas de analistas que advertían del frenazo en el sector”, la caja descartó dudas tras conocer la opinión del tasador de Rivas ACI. «(El tasador) dijo que durante la construcción de la urbanización se iba a dar la venta del 75 % de los 420 pisos, y que el resto se iba a vender en un periodo de siete meses desde la conclusión de la obra. No voy a llevarle la contraria», esgrimió.

“No estaba al tanto de los negocios de mi hermano”

En el curso de la primera jornada de juicio, el exdirectivo negó que estuviera al tanto de los negocios de su hermano. “Este no me comentaba nada ni de esto ni de las 24 promociones inmobiliarias que estaba desarrollando en otras zonas», como Cantabria, Asturias y el País Vasco, dijo. No obstante, reconoció que fue él quien le presentó a uno de los socios de la promoción «pero como persona», sin vinculación con ningún tema profesional, ya que su hermano «era una persona conocida» debido a sus años como jugador en Primera División.

Efectivamente, Antonio Gorriarán es un exfutbolista que tuvo una dilatada carrera en equipos como el Sestao, Real Oviedo y Alavés. Llegó a jugar la UEFA con el Oviedo.

Negocios al margen de NCG

Lo cierto es que, de forma paralela a su trabajo financiero, el que llegó a ser responsable de la división inmobiliaria de Novagalicia Banco (resultado de la fusión y posterior bancarización de las cajas) controló con su hermano Antonio un grupo promotor a través de varias sociedades, entre ellas Delta Consultores Internacional y Gestión Patrimonial Muskiz, que operan como holding y tienen participaciones en otras filiales, radicadas principalmente en el País Vasco, también relacionadas con el sector inmobiliario.

 

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