La UE investiga si el dueño de R y Euskaltel recibió ayudas ilegales

Zegona, primer accionista de Euskaltel e impulsor de su plan de expansión, estima que podría pagar hasta 5 millones por exenciones fiscales irregulares

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Con el Reino Unido en pleno proceso de salida de la Unión Europea, Bruselas concluyó una investigación tras la que exigió al Gobierno británico que recuperara ayudas concedidas a empresas por considerarlas irregulares. Fue en abril del año pasado cuando la Comisión Europea exigió la recuperación de determinadas exenciones fiscales que favorecían a multinacionales y que contravenían las normas comunitarias en lo tocante a las ayudas de Estado pues, decía Bruselas, daban un “trato preferencial” prohibido a determinadas empresas.

No aclaraba entonces el montante a recuperar ni el número de empresas afectadas, pero una de ellas es Zegona, el primer accionista de Euskaltel y el impulsor del plan de expansión del grupo por España con la marca Virgin. El fondo británico explica en su memoria de ejercicio que hay una “considerable incertidumbre” sobre el resultado final de este proceso, recurrido en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por numerosas empresas, pero estima que podría obligarle a abonar hasta 5 millones de euros por las ventajas fiscales recibidas entre 2013 y 2018.

En todo caso, el primer accionista de Euskaltel y, por extensión, dueño de R, ha decidido no provisionar cantidad alguna pues entiende “no probable” que tenga que liquidar los impuestos de los que se libró anteriormente. Menos ahora, esto no lo dice Zegona, con el Reino Unido en fase de transición hacia la salida de la UE.

Exención del 75% o de la totalidad de los impuestos

¿En qué consistía el régimen fiscal al que se acogió Zegona? Bruselas investigó en 2017 las características del Controlled Foreign Company (CFC), un sistema de normas pensado para evitar que compañías del Reino Unido utilicen filiales en plazas offshore para evitar impuestos en suelo británico. La Comisión Europea concluyó que el grueso de la normativa no solo estaba justificada, sino que era adecuada y eficaz.

El problema radicaba en una excepción a las normas generales de la que se aprovechaban multinacionales, pues permitía que una filial en el extranjero recibiese ingresos financieros generados en el Reino Unido con una exención que iba del 75% de los impuestos al 100%.  “Esta exención permite a la multinacional presente en Reino Unido financiar a una empresa extranjera del grupo a través de esa filial y, gracias a la ventaja fiscal, pagar poco o nada de impuestos sobre beneficios generados por esas operaciones”, decía la Comisión Europea.

Zegona señala que, por el momento, no ha recibido ninguna reclamación para abonar las ayudas recibidas. El Gobierno británico recurrió la decisión de Bruselas en junio del año pasado, del mismo modo que numerosas empresas, según explica el fondo británico en su memoria. Por el momento, la única resolución del Tribunal Europeo se produjo en noviembre del año pasado, reafirmando su postura y rechazando los recursos presentados.

 

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