La relación frustrada entre la Sareb y las inmobiliarias

El sector pide transparencia a una entidad que obvió sus ofrecimientos de colaboración

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La irrupción de la Sareb marca un punto de inflexión en el mercado inmobiliario. Las actividad del ‘banco malo’ –la entidad donde fueron transferidos los activos ‘tóxicos’ de la banca nacionalizada–, sus operaciones y su política de precios condicionará la evolución del sector en los próximos años. Esta idea, estaba ya recogida en el balance anual de 2012 que elaboró la Federación Galega de Empresas inmobiliarias (Fegein) y es compartida por casi todos en el ramo.

Por ello, antes de que Luis de Guindos anunciase que la sociedad de gestión de activos comenzaría a operar el 1 de diciembre del pasado año, las inmobiliarias ofrecieron su colaboración a la entidad. No fueron los únicos. Otras asociaciones y colectivos ofrecieron su experiencia al ‘banco malo’, con el convencimiento de que su impacto, correctamente dirigido, puede dotar de estabilidad al mercado y enterrar en el pasado las malas prácticas de la banca.

La posible alianza no cuajó. La Sareb y el Frob obviaron los ofrecimientos. Desde entonces, en el sector han ido de decepción en decepción. Algunos responsables de inmobiliarias aseguran que esta primera etapa del ‘banco malo’ está generando más incertidumbre e inestabilidad en el mercado, y lo acusan de “improvisar” sobre la marcha.

Comisiones a la banca

Uno de las operaciones que más ha molestado en el sector inmobiliario ha sido la negociación de la banca para obtener una comisión elevada por la comercialización de inmuebles. Las entidades nacionalizadas solicitaron hasta un 6%, pero la Sareb redujo esa cifra. Las inmobiliarias, por su parte, apelan a la transparencia para conocer los pormenores del acuerdo.

Economía Digital se puso en contacto con el organismo que preside Belén Romana para conocer la comisión que recibirá Novagalicia Banco por la comercialización de activos. La respuesta fue que el contrato está sometido a cláusulas de confidencialidad y que, por el momento, no se puede revelar. Informan, eso sí, que la comisión varía en función del tipo de inmueble y comercialización. “El acuerdo está cerrado”, completan.

La postura de Fegein

Este ha sido el último desapego entre los profesionales del sector inmobiliario y la Sareb. Las inmobiliarias no entienden que el ‘banco malo’ devuelva a la banca las propiedades para su comercialización a cambio de una comisión y después de inyectar dinero en las entidades nacionalizadas para sanear sus cuentas. “Los mismos que han causado el problema no son los que deben buscar la solución”, asevera el propietario de una inmobiliaria gallega.

En la federación gallega del sector, Fegein, se remiten a dos puntos clave. Solicitan total transparencia para aclarar tanto las comisiones que recibirán las entidades por comercializar los activos del ladrillo, como la financiación que se ofrecerá por esos inmuebles. Quieren evitar que el flujo financiero se canalice exclusivamente hacia las propiedades comercializadas por la banca y que se cierre el grifo para el resto, una práctica que, dicen, perjudicó sensiblemente al sector en el último ejercicio.

La gestión de la Sareb

Pero antes del divorcio, hubo también riñas. La primera postura crítica de las inmobiliarias, desatendida por el Frob, fue la constitución del equipo de gestión del ‘banco malo’, capitaneado por la ex directora general del Tesoro, Belén Romana.

Los profesionales del sector proponían un grupo interdisciplinar de trabajo en el que debían estar representadas las inmobiliarias con expertos en comercialización, del mismo modo que economistas y licenciados en derecho urbanístico. Consideran, sin embargo, que el perfil político y financiero es el predominante en el Consejo de Administración de la entidad.

Pasado y futuro

Galicia cerró 2012 con una caída del 13,2% en las transacciones inmobiliarias y un descenso en el índice de precios del 15,2%, que situó el precio de la vivienda a niveles de hace una década. Desde Fegein consideran que la evolución del mercado inmobiliario este año lo determinará en gran medida los precios con los que opere la Sareb.

Precisamente, el primer semestre del año será clave para que las empresas puedan marcarse objetivos a largo plazo. Por ello, desean que el ‘banco malo’ logre una salida ordenada para los activos del ladrillo. Todavía hay tiempo para ello, aunque el plan está “tardando demasiado” en concretarse.

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