La patronal de Ence y Finsa se harta de esperar y rompe con la Xunta

El Gobierno gallego pierde su principal vínculo con las empresas del sector forestal, que lo acusan de "pasividad", "desatención" y reiterados incumplimientos en el apoyo al monte gallego

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Nadie se esperaba tan drástica resolución al conocido estancamiento en la reformas del sector forestal gallego, un área que da cobijo a más de 3.000 empresas que facturaron, en conjunto, 1.668 millones en 2013, cuando daban empleo directo a más de 20.000 trabajadores. La patronal que los representa, Confemadera, ha decidido dar un portazo en la cara a la Xunta y ha abandonado todas las mesas de interlocución –el grupo de trabajo del Plan Forestal, la Mesa de la Madera y el Consello Forestal de Galicia– creadas como punto de encuentro entre actores para abordar los problemas y oportunidades del monte gallego.

Pero a juicio de la patronal, ni los foros están sirviendo de mucho ni el Gobierno gallego hace nada para remediarlo. Al contrario, argumenta que está cansada la «desatención reiterada, pasividad y falta de soluciones» de la Xunta, así que decide acabar con «las reuniones de adoctrincamiento de la Consellería de Medio Rural» que están sirviendo más para publicitar la política contra incendios que «para desarrollar políticas activas para la prevención o la planificación de la productividad del monte gallego».

Diez objetivos incumplidos

El duro comunicado de Confemadera incluye un informe sobre el incumplimiento de los objetivos fijados por Feijóo para esta legislatura. Las reformas no realizadas, o ejecutadas a medias, son una decena e incluyen datos sobre los compromisos de inversión en los montes de gestión pública –de las que solo se ejecutó el 40%– o la certificación de los mismos bajo los dos sistemas vigentes (PEFC y FSC). No hay ninguno que tenga la doble certificación y solo el 30% tiene una.

Existen otros incumplimientos igual de llamativos. Por ejemplo, que se haya promulgado un decreto para el fomento de las agrupaciones de propietarios forestales (Sofor) en 2011, pero que no se haya constituido ninguna. O que haya entrado en vigor la Ley de Montes de Galicia en agosto de 2012 y que se continúe incumpliendo, con la proliferación de ordenanzas municipales que regulan la corta y transporte de madera sin que exista un modelo conjunto para la comunidad.

El secretario de Medio Rural se comerá el marrón

En el fondo, el rapapolvo de Confemadera a la Xunta apunta directamente al secretario Xeral de Medio Rural, Tomás Fernández Couto, que debería liderar las relaciones de la Administración con el sector, pero que ha tenido más de un desencuentro con la patronal. Entre las empresas,se interpretó que hubo un apoyo tácito de Fernández Couto a las madereras de Lugo que rompieron con la patronal de aserraderos y rematantes Fearmaga, integrada en Confemadera, el pasado octubre.

Antes de eso, ya existía la sensación de atasco en las relaciones institucionales y de que la Consellería aupiciaba políticas dejando al margen el diálogo social con el sector. La tensión quedó evidenciada en una misiva dirigida a la conselleira, Rosa Quintana, el pasado octubre en la que se exigía un replanteamiento de la política forestal.

Un mes más tarde, una decena de asociaciones, entre las que estaba Confemadera, planteaban al Consello Forestal las mismas reivindicaciones que hoy se consideran incumplidas y que fuerzan la ruptura. También se criticaba que el Plan de Desarrollo Rural 2014-2020, del que dependen las ayudas de Bruselas, fuera remitido a la Comisión Europea sin informar ni tener en cuenta a las empresas del sector.

Tensión en la Xunta

Confemadera se caracteriza por representar a una miríada de pequeñas empresas de aprovechamiento forestal, aserraderos y rematantes, que vertebran el sector forestal y generan valor en el rural gallego. Pero también es la patronal de las pasteras, como Ence; las industrias del tablero, como Finsa; o las del mueble. La ruptura con la Xunta, según informan, se tomó por consenso de todas las áreas.

La decisión sentó muy mal en San Caetano y la Xunta no tardó ni unas horas en responder. En un comunicado tan extenso como crítico, la Consellería de Medio Rural se dirige directamente al presidente de Confemadera, Elier Ojea, e incluso le recuerda que «fue delegado de una consellería en la provincia de Ourense» por lo que debería respetar los tiempos de la Administración.

«Debería saber el señor Ojea que el 98% del monte gallego es privado y la Xunta no lo puede expropiar. Cuando dice que el 30% es improductivo para la industria, hay que recordarle que existen más aprovechamientos del monte que la obtención de productos maderables, como la ganadería, los productos micológicos y demás».

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