La mina de Cementos Cosmos en Triacastela llega a los tribunales

La asociación O Iribio denuncia irregularidades en la concesión de la licencia municipal, que ya había sido cuestionada por AGE, Salvemos Cabana y Adega

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Era un final anunciado. La polémica mina de Cementos Cosmos en Triacastela dirimirá su futuro en los tribunales. La Asociación Sociocultural O Iribio ha abierto la vía del contencioso administrativo para dirimir de una vez si la licencia municipal concedida para la explotación de la cantera es legal o contiene irregularidades. El colectivo, que ha sido especialmente combativo con la actividad de la cementera en el Ayuntamiento, considera esto último y ha recurrido a los juzgados tras agotar la vía administrativa, al desestimar el Consistorio el recurso de reposición que había presentado.

A pesar de que la cantera de Vilavella lleva siendo explotada durante décadas, primero por Corporación Noroeste, holding en el que se integra Cosmos; después por la portuguesa Cimpor, que se hizo con el grupo gallego; y finalmente por el gigante brasileño Votorantim, el actual propietario de la cementera; la licencia es de nuevo cuño. La actividad en Vilavella estuvo paralizada hasta finales del verano pasado, cuando se concedió el nuevo permiso entre una fuerte polémica.

Duras críticas

Adega llevó la explotación a la Fiscalía de Medio Ambiente al entender que dañaba Cova Eirós, un valioso yacimiento arqueológico declarado Bien de Interés Cultural.

AGE denunció en el Parlamento irregularidades en la licencia municipal y en el proceso de regularización de la cantera que, según aseguran, pasó de tener una mera autorización de la sección A, un aprovechamiento sencillo, a una del tipo C, una concesión de explotación; sin que mediase la necesaria Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Problemas técnicos

Más allá del impacto de la mina en Cova Eirós, que presenta un alto nivel de humedad que pone en peligro la conservación del yacimiento, y en el Camino Francés de la Ruta Xacobea –que fue reconocido por el propio Comité Asesor del Camino, según documentó la asociación Salvemos Cabana–, las críticas relativas a las licencias se basan en fundamentos técnicos.

El nuevo permiso de explotación está condicionado al cumplimiento de determinadas exigencias, como puede ser, un plan de conservación del Camino de Santiago y de Cova de Eirós, además de resolver un expediente sancionador abierto por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que lo obliga a legalizar unas obras de ensanche de la mina que la compañía ejecutó sin licencia de este organismo. Es necesario que las medidas se apliquen previamente a emprender la actividad, según explicó AGE en su escrito al Parlamento. Sumado esto al proceso de regularización de las concesiones que se realizó en etapa del bipartito y que trajo como consecuencia la mejora sustancial del derecho de explotación sin justificación aparente, la formación consideraba que la actividad debía quedar paralizada.

La defensa de Cosmos

La ASC O Iribio formuló también alegaciones al proceso de regularización que Cosmos solicitó a la Confederación Hidrográfica Miño Sil y anunció que no descarta acciones «penales» por posibles delitos de «prevaricación» y «falsedad documental». Hace alusión esta medida al expediente abierto contra Cosmos por operar en el entorno fluvial sin contar con los preceptivos permisos de la Confederación.

Pero por el momento, es la concesión de la licencia la que ha acabado judicializada en un proceso contra el Ayuntamiento de Triacastela en el que está personada Cementos Cosmos. La cementera, que ha vinculado la explotación en Vilavella a la continuidad de la escasa actividad que mantiene en la fábrica de Oural, maneja en su defensa las medidas de protección pactadas respecto a Cova Eirós, como la de establecer un macizo de roca de 50 metros que mitigue el impacto de las voladuras.

Sostiene que para implementar las medidas acordadas era necesaria la licencia municipal.

La batallas judiciales

Aunque la mina a cielo abierto no había acabado hasta la fecha en los juzgados, sí que hubo batallas judiciales de Cementos Cosmos en Triacastela. El presidente de la asociación denunciante, Marcos Celeiro, fue demandado por injurias y daños contra el honor por la compañía debido a sus comentarios en redes sociales. La cementera le reclama 18.000 euros.

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