La inmobiliaria Vallehermoso tiene los días contados

La venta de los últimos activos ligados a 130 millones de deuda pondrá punto y final a 60 años de historia

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Sacyr se ha salido con la suya. Vallehermoso, su filial inmobiliaria, ha enfilado la recta final hacia su definitiva liquidación que acabará con 60 años de actividad de una de las principales promotoras españolas.

Y lo hará, tal y como había previsto el grupo presidido por Manuel Manrique, colocando a los bancos acreedores y a la Sareb miles de viviendas y, sobre todo, millones de metros cuadrados de suelo a cambio de reducir progresivamente aquellos 2.728 millones de euros de deuda contabilizados al inicio de la crisis. Hoy, tras las dos operaciones realizadas con el banco malo, esa deuda de la inmobiliaria se ha reducido a apenas 130 millones.

Cinco años de liquidación

Una liquidación que, en la práctica, se venía llevando a cabo desde el año 2009, aunque oficialmente no se confirmara hasta hace un año. Entonces, Sacyr, sólo para cubrirse las espaldas ante la inclusión de Vallehermoso como un activo mantenido para la venta para su desconsolidación del balance, anunciaba que había puesto en el mercado a la promotora «ante las muestras de interés recibidas por terceros».

En realidad, ese interés era algo que el grupo presidido por Manrique manejaba como algo secundario, sobre todo a la vista de algunas de las ofertas oficiosas manejadas. Lo prioritario era seguir con el canje de activos con las entidades financieras acreedoras para amortizar deuda ante la evidencia de que no se podrían afrontar los vencimientos de deuda pactados con 29 entidades acreedores en agosto de 2010.

Reestructuración financiera inviable

Un acuerdo de reestructuración financiera que permitió a Vallehermoso aplazar tres años, hasta 2013, el vencimiento de la deuda asociada a promociones terminadas y en cinco, ampliables a ocho, el resto de los pasivos, principalmente el suelo.

Estrategia que en 2013 se cerraba con acuerdos de cesión y venta de activos inmobiliarios a los bancos, con extinción de deuda asociada, por un importe de casi 400 millones de euros. Similares a los que ya en 2009 y 2010 habían permitido cancelar 1.445 millones de euros.

Sareb entra en escena

En esta operativa de liquidación encubierta de Vallehermoso, en la que los bancos habían entrado hace tiempo, Sacyr se topó hace dos años con un contratiempo inesperado. El que supuso la entrada en escena de Sareb, convirtiéndose en principal acreedor de la inmobiliaria al adquirir, por la mitad de su valor, deuda por un nominal de 580 millones de euros, la mitad procedente de Bankia y el resto de Novagalicia y Catalunya Caixa.

Tras arduas negociaciones con la entidad presidida por Belén Romana, finalmente en las dos últimas semanas Sacyr ha logrado, a través de dos operaciones, extinguir la deuda de Vallehermoso frente a Sareb por un importe neto de 448 millones de euros. Primero, vendiendo a finales de noviembre obras en curso y, sobre todo, suelos por 409 millones, y el pasado jueves haciendo lo propio con productos terminados (viviendas y locales) por otros 39 millones.

Sacyr se quita un muerto de encima

Con la liquidación de Vallehermoso, Sacyr se quita un muerto de encima de consideración, el que le impedía financiar adecuadamente su principal actividad, la construcción de grandes obras de infraestructuras, especialmente en el mercado exterior, por la rémora que le suponía la deuda de la filial. Y deja a los bancos y a la Sareb con miles de viviendas y, sobre todo, con millones de metros cuadrados de suelo en muchos casos de difícil salida.

Entre 2008 y 2012 Vallehermoso logró vender suelo, principalmente a los bancos mediante canje de activos por deuda por 1.804 millones de euros. Entonces, todavía contaba en su cartera con casi 7,3 millones de metros cuadrados, con edificabilidad suficiente para construir más de 20.000 viviendas. Y los valoraba en cerca de 1.300 millones de euros.

Más terrenos para el ‘banco malo’ 

De esos terrenos, los bancos se han repartido la mitad y la Sareb, el resto. Cerca de 4 millones de euros que el banco malo tratará de vender a inversores internacionales, cooperativas o promotores con liquidez suficiente para afrontar su compra. De no lograrlo, se trata de activos llamados a formar parte de alguno de esos Fondos de Activos Bancarios (FAB), participados total o parcialmente por el propio banco malo, como una vía alternativa para sacarlos de su balance.

Entre esos terrenos canjeados a los acreedores existen algunos por los que Vallehermoso pagó cantidades a todas luces delirantes. Como esos 185 millones de euros por los que resultó adjudicataria en 2006 de 1,38 millones de metros cuadrados de suelo rústico en la localidad madrileña de Navalcarnero. Los terrenos llegaron a recalificarse pero se quedaron sin urbanizaron para poder edificar más de 5.000 viviendas.

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