La inmobiliaria de San José dispara sus números rojos hasta los 157 millones

El grupo de Jacinto Rey sale al rescate de su segunda área de negocio, que presenta un patrimonio neto negativo de 268 millones

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Los estragos del ladrillo no dan tregua a San José. Si su primera línea de negocio, la construcción, ha encontrado refugio más allá de las fronteras españolas y, a pesar de las dificultades, parece avanzar gracias a los contratos en el exterior, con magnas obras como el Louvre de Abu Dhabi; otro cantar es el segundo brazo del grupo, el inmobiliario, que sigue atragantándosele a la compañía. San José Desarrollos Inmobiliarios, la sociedad que aglutina desde 2010 el negocio inmobiliario de la compañía de Jacinto Rey, perdió 157,2 millones en 2013, elevando los números rojos del ejercicio anterior, cuando acumuló pérdidas por valor de 115,8 millones.

Las causas son conocidas. La compraventa ha caído durante la crisis hasta niveles de 2004 y el precio de los inmuebles se ha desplomado en consecuencia. San José, cuyos activos inmobiliarios están valorados en 1.724 millones, ha pagado la factura. Aunque el grupo confía en los tímidos brotes verdes del segundo semestre de 2013, cuando se elevó ligeramente el precio de la vivienda, lo cierto es que urge la recuperación del sector. San José Desarrollos Urbanísticos tenía a cierre de ejercicio un patrimonio neto negativo de 268 millones, frente a los 115,8 millones negativos del año anterior. El agujero se ha duplicado, aunque en la compañía aclaran que tal desequilibrio patrimonial está debidamente provisionado para que no haya riesgos mayores ni para la división inmobiliaria ni para el grupo más allá del declive de los resultados. «No es un agujero, es un desequilibrio», matizan.

Inyección de 10,5 millones

Con este balance a cierre de ejercicio, la compañía se ha visto obligada a inyectar 10,5 millones en San José Desarrollos Inmobiliarias mediante un préstamo participativo destinado a “reforzar su situación patrimonial”. Más que un rescate es una corrección ante los notables desequilibrios que presenta el área de negocio, cuyos activos se deterioraron en 173,4 millones en el último ejercicio arrastrando el resultado neto de explotación del grupo hacia los números rojos. Sin el deterioro de los activos inmobiliarios, explica la compañía en el informe de resultados remitido a la CNMV, habría alcanzado los 12 millones en positivo.

La situación es curiosa, pues uno de los lastres que hunde los resultados de la constructora gallega puede ser también su tabla de salvación. La compañía sigue intentando cuadrar un acuerdo con la banca acreedora que ponga fin al profundo agujero de deuda que arrastra desde 2006, cuando adquirió la inmobiliaria Parquesol, y que le obliga a pagar en los próximos dos años 1.320 millones al pool de acreedores. Entre las soluciones que se puso sobre la mesa después de que la banca concediera varios aplazamientos a San José, fue efectuar un canje de deuda por activos. Es una de las posibilidades, en una negociación que fuentes financieras califican de muy abierta. Pero en realidad debería cerrarse en breve. Cuando menos, esa es la previsión de San José, que esperaba cerrar el acuerdo en el primer semestre de este año, según reconoce en la memoria del último ejercicio.

En cifras

El tiempo dirá si es una piedra a la que agarrarse pero, por el momento, el negocio inmobiliario es un lastre para San José. La cifra de ventas en esta área se redujo un 6,4%, hasta los 85,7 millones, debido a la contracción de las ventas y la bajada de precios. Como consecuencia, el ebitda se redujo un 38,1%, también, apunta la compañía, “por la existencia de operaciones atípicas de dación en pago”. Los alquileres han aportado al grupo ingresos recurrentes de 22,4 millones de euros, pero la ocupación de sus inmuebles se ha desplomado del 82,9% de 2012 al 67,1% a cierre de 2013.

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