La guerra funeraria amenaza a Isabel Castelo, segunda gallega ‘Forbes’

La CNMC analizará la alianza entre Funespaña y Santalucía al apreciar riesgos para la competencia, entre la que se encuentra Servisa, del grupo Ocaso

Isabel Castelo, al lado de Feijóo, en la entrega de las Medallas de Galicia 2017. EFE

Isabel Castelo, al lado de Feijóo, en la entrega de las Medallas de Galicia 2017. EFE

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El sector funerario está al alza y eso ha desembocando en una lucha por el podium del sector, en el que en los últimos años se producen absorciones y fusiones. Si en 2017, Catalana Occidente cerró la adquisición de la aseguradora de decesos Previsora Bilbaína por unos 125 millones de euros, los movimientos en el negocio de la muerte continuaron el pasado año, cuando Santalucía y Mapfre, primera y tercera aseguradora de España en la rama de decesos, anunciaron la fusión de sus filiales Albia y Funespaña, con el objetivo de crear la mayor compañía de sepelios nacional. No obstante, esta unión aún se encuentra bajo la lupa de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que este lunes alertaba de que había detectado riesgos para la competencia en la alianza empresarial, motivo por el que decidía efectuar un análisis en segunda fase para estudiar en profundidad la operación.

Entre las posibles empresas afectadas por la alianza estratégica en el sector funerario se encuentra Servisa, empresa de servicios funerarios de gran implantación en la comunidad gallega. No es de extrañar, ya que la compañía pertenece al Grupo Ocaso, centrado en el sector de los seguros y presidido por Isabel Castelo D´Ortega, a la sazón, la segunda mujer más rica de la comunidad gallega por detrás de Sandra Ortega. Por lo menos, así lo asegura la prestigiosa publicación Forbes, que a finales del pasado año le atribuía un patrimonio de unos 700 millones de euros.

Beneficio de más de 73 millones de euros

Los números tanto de seguros Ocaso como de Servisa son redondos. El grupo asegurador cerró 2018 (último año del que hay cuentas presentadas ante el Registro Mercantil) con un beneficio neto de 73,4 millones de euros (un 8% más que en 2017). Según destaca el grupo en su memoria, el beneficio consolidado antes de impuestos rozó los 100 millones de euros. La facturación se elevó sobre los 1.157 millones de euros.

La aseguradora de Ocaso es la segunda de España en la rama de decesos, después de Santalucía, con un 20% de la cuota de mercado. En 2018, el volumen de primas devengadas de seguro directo por parte de la compañía se elevó sobre los 1.000 millones de euros. No obstante, el grupo de Castelo también tiene una posición destacada en el terreno de los sepelios a través de Servisa.  

Más ingresos pero menos beneficio

Servisa es una de las principales compañías de servicios funerarios de España junto con los negocios de Santalucía y Mapfre y Mémora, en manos del fondo de pensiones canadiense Ontario Teachers. Según las últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil, con unos activos que se elevan por encima de los 134 millones de euros, Servisa finalizó 2018 con una cifra de negocio de 66,5 millones de euros y un beneficio de 4,3 millones. Mientras que las ventas se elevaron un 1,75% con respecto al ejercicio anterior, el beneficio antes de impuestos (que llegó a los 5,9 millones de euros) cayó en más de un 17%. Con una plantilla de 630 empleados, las previsiones para 2019 eran las de seguir aumentando en facturación, en este caso hasta los 68 millones de euros.

Galicia es el cuarto mayor mercado de Servisa. En 2018 facturó 5,58 millones de euros en la comunidad, cifra muy alejada, no obstante, de la alcanzada en Andalucía (25,4 millones de euros). Comunidad Valenciana, con 9,1 millones, y Madrid, con 5,9 millones, también se sitúan por delante. 

La ‘amenaza’ del nuevo gigante

Cuando Santalucía y Mapfre anunciaron la fusión de sus negocios funenarios pusieron cifras al gigante que se conformará. Contará con la mayor red de tanatorios, crematorios y cementerios de la península, además de más de 1.650 empleados.  Dispondrá de más de 60 crematorios, 400 centros funerarios, tanatorios y oficinas de atención al público, 42 cementerios gestionados, y una flota de 750 vehículos.

Este lunes, Competencia indicaba que la operación de alianza analizada afecta al sector de servicios funerarios, al solaparse horizontalmente las actividades de Albia, la filial de servicios funerarios de Santalucía, por un lado, y de Funespaña y de un conjunto de cinco empresas de servicios funerarios, por otro, sobre las que también adquiere control Santalucía.

Asimismo, afecta al sector de seguros de deceso, «ya que se generan posibles efectos verticales dada la presencia de Santalucía en dicho segmento», y, por tanto, su condición de demandante de servicios en el sector funerario.

Santalucía, con el control

La nueva sociedad integrada por Funespaña (Mapfre) y Albia (Santalucía) estaría controlada por Santalucía, ya que Mapfre España sería titular de una participación no mayoritaria. «El test de mercado realizado por la CNMC a las empresas del sector durante la primera fase de análisis de la operación ha confirmado los riesgos para la competencia en el mercado (mayorista y minorista) de la prestación de servicios funerarios, y en el mercado de seguros de decesos», apunta Competencia, que anuncia que «elaborará una nota sucinta sobre la operación, que se publicará y pondrá en conocimiento de los agentes afectados y del Consejo de Consumidores y Usuarios una vez resueltos sus aspectos confidenciales».

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