La guerra entre los socios de la Fábrica de Armas llega al juzgado

Juan José Gómez Rey, uno de los fundadores de Hércules de Armamento, pide al Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña una auditoría por "disconformidad" con las cuentas

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Las relaciones entre los dos socios que pusieron en marcha Hércules de Armamento, la flamante adjudicataria de la Fábrica de Armas de A Coruña, están en sus horas más bajas. Ramón Mejuto, consejero delegado de la firma, adquirió plenos poderes en la sala de máquinas de la firma tras apartar a su compañero de viaje, Juan José Gómez Rey, de las funciones directivas en la compañía. El propietario de Businessnear, una de las empresas que participó en la ampliación capital que reforzó el proyecto para ganar el concurso de Defensa, no se ha quedado parado y ha solicitado una auditoría de las cuentas de Hércules de Armamento.

La petición, según explica el propio Gómez Rey, se realizó por las dos vías aptas para ello, mediante solicitud al Registro Mercantil y por la vía judicial, presentando el requerimiento correspondiente ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña. El socio de la Fábrica de Armas, que asegura controlar un 42% del capital, no profundiza sobre los motivos de este movimiento, se limita a expresar su «disconformidad» con la situación de la empresa. El chequeo de los números afectará al ejercicio 2014, si bien la intención de Gómez Rey era extenderlo hasta abril de 2015. La normativa permite a los socios con más del 5% del capital realizar la petición de auditoría tanto a través del Registro Mercantil como por la vía judicial, pero también lo fuerza a limitar el análisis al pasado ejercicio, según explica.

«Nunca intervenimos»

De los hechos que anteceden a la rebelión del socio de la concesionaria de la Fábrica de Armas también quedó constancia en el Registro. Gómez Rey, que había ejercido como cara visible del proyecto, perdió su cargo como apoderado solidario de la firma en abril de 2015 junto a otros dos altos cargos, Rafael Núñez Seoane, que ocupó en su día la dirección general de Bricoking, y el abogado Sergio Diéguez Sabucedo, .

En su lugar, el consejero delegado incorporó al proyecto, con tareas ejecutivas, a su hijo, Jorge Mejuto García, al que ha nombrado apoderado. Gómez Rey sostiene ahora que «nunca intervenimos» en la gestión de la compañía, y que fue Ramón Mejuto Lorenzo y sus personas de confianza quiénes condujeron el barco. Ahora ya sin nadie cerca para relevarle en el timón.

En busca de un comprador

El empresario valora ahora qué hacer con su trozo del pastel en Hércules de Armamento y no descarta buscar una venta de su parte del capital. «Estamos analizando todo», zanja. Otras fuentes indican que la solicitud de la auditoría no se debe simplemente a una medida para entorpecer la gestión, sino que tiene dudas sobre las aportaciones de Mejuto y sobre la ampliación de capital, que ya fuera puesta en duda por el sector crítico a Hércules de Armamento, compuesto esencialmente por los ex trabajadores de la Fábrica de Armas vinculados a UGT y el rival de Hércules en el concurso de Defensa, IFFE.

La Fábrica de Armas cuenta actualmente con 43 trabajadores y 15 personas encargadas de la vigilancia de las instalaciones, según informan en la propia empresa, donde han defendido siempre la veracidad de los números y la solidez del proyecto. Algo que Defensa, por otra parte, ha bendecido en sus evaluaciones.  

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