La compraventa de oro, como los montes de piedad

La Unión de Consumidores advierte que “carece de regulación específica” y que sigue la misma norma que las antiguas entidades benéficas

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La proliferación de los establecimientos de compraventa de oro ha provocado también un incremento en la vigilancia de su actividad. Esta semana el Instituto Galego de Consumo hizo público un estudio sobre estos establecimientos, advirtiendo que el 57% de los locales gallegos utilizaba básculas “no aptas” para su negocio, si bien recalcó que la mayoría estaba corrigiendo las irregularidades.

Ahora, la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal) advierte de la falta de una “regulación específica” sobre la compraventa de oro. Es más, señala que “hay que hacer uso de una regulación general que ya viene de la época de los llamados montes de piedad», antiguas entidades benéficas en las que los pobres podían obtener sumas en metálico empeñando sus pertenencias.

El secretario general de Ucgal, Miguel López, recordó que en los establecimientos de compraventa de oro hay dos tipos de venta, una de carácter definitivo y otra que ofrece la posibilidad de recuperar el producto vendido transcurrido un periodo de tiempo.

«Estas fórmulas están en un vacío legal» ya que «quedan a la determinación de la empresa que presta el servicio» mientras que, en otras actividades, la normativa «si establece que el derecho al desistimiento –la posibilidad de que te vuelvas atrás– en un plazo de siete días», concluyó López.

Los comercios se defienden

Mientras, los comercios de compraventa de oro defienden la legalidad de su actividad, conscientes de que el último estudio realizado por el Instituto Galego de Consumo ha dañado su imagen.

Víctor Lavandeira, director de Oro Caja –una de las empresas líderes del sector en España– ha recordado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que para desarrollar su actividad diaria los establecimientos “deben cumplir ciertos requisitos que implican la autorización, control y supervisión de la policía”.

«De no cumplirse» estas condiciones de «buena praxis», ha explicado, la empresa «no recibe la autorización ni para la apertura del local ni para el desarrollo de una actividad» que, como ha señalado, en Oro Caja se caracteriza por la «profesionalidad, experiencia y transparencia».

Recomendaciones

Entre las recomendaciones que da a los comercios de compraventa de oro y a sus usuarios, Lavandeira ha destacado que en todo local «siempre deben de solicitar el DNI al cliente».

«Una vez realizada la transacción deben hacerle firmar una serie de documentos entre los que encontramos, por ejemplo, la ley de protección de datos, entre otros». Esta firma implica “el cumplimiento exhaustivo de la legislación vigente en materia de Prevención de Blanqueo de Capitales y la colaboración continua con la policía, por lo que debe de ser habitual en todas las tiendas», aseguró Lavandeira.

Asimismo, ha informado de que «todas y cada una de las compras realizadas son presentadas ante la unidad policial correspondiente» que, como ha apuntado, «verifica la procedencia» del producto «antes de autorizar al establecimiento a su venta».

Proliferación

Respecto al aumento en el número de establecimientos que se dedican a la compraventa de oro, Lavandeira concluye que responde «a una necesidad del mercado» derivada de «una mayor demanda de oro de inversión propiciada, principalmente, por la inestabilidad de los mercados, el incremento de las reservas de los Bancos Centrales y un aumento de compra de oro en inversión».

Por último, ha recordado que «ya hace algunos años» que la compraventa de oro «se especializó» pues «si bien hace un tiempo poca gente se planteaba vender sus joyas, ahora todo el mundo lo puede considerar». Por ello, ha augurado que «como cualquier otro negocio, poco a poco, se irá normalizando» aunque «tendrá sus alzas y bajas».

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