La caída del crudo derrumba a las petroleras

Las empresas del sector disminuyen las inversiones y despiden a miles de personas para enfrentar sus pérdidas

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En el último año y medio, el precio del barril Brent ha perdido el 75% de su valor, y ha arrastrado a las grandes petroleras mundiales a resultados de pérdidas o de ganancias muy inferiores a las del año pasado.

Shell tuvo beneficios, y fueron de 1.939 millones de dólares, pero han sido un 87% menos que los obtenidos en 2014. Además, la petrolera anglo-holandesa apostó fuerte por diversificar su negocio y ha comprado la productora de gas licuado BG por más de 61.000 millones de euros.

Entre los gastos de esta operación y la crisis del valor del petróleo, proyecta ajustar el cinturón y despedir a 10.000 personas para este año, aunque es probable que una vez que termine la fusión con BG todavía haya más ajuste de personal.

Beneficios sí, pero menores

La mayor petrolera de Estados Unidos, ExxonMobil también logró beneficios, pero fueron un 50% menores que en el 2014. Todas han sido caídas para este gigante de la industria: sus ingresos bajaron un 35%, y sólo en el último trimestre la firma tuvo una reducción del 58% en sus beneficios netos.

¿Cómo enfrentará ExxonMobil estos resultados? Pues recortando sus gastos financieros y de exploración un 19%.

A la larga, a ExxonMobil le fue un poco mejor que a su competidora Chevron. Si bien cerró el año con un beneficio de 4.587 millones de dólares, este fue un 76,1% menor al del 2014. Y entre octubre y diciembre, registraron pérdidas por primera vez en 14 años.

Año negro

El 2015 será un año para olvidar para BP: los 6.482 millones dólares de pérdidas netas que la petrolera británica ha registrado han sido los peores resultados en los últimos 20 años. Los ingresos de la empresa (casi 226.000 millones de dólares) fueron un 36,9% respecto al 2014.

El ajuste se impone en BP, y se traduce en 3.000 despidos en las áreas de refinado y ventas, que se suman a los 4.000 anunciados en enero en los sectores de producción y exploración. En total, la empresa ha eliminado 11.000 empleos desde el año pasado, que les permitirá ahorrar 7.000 millones de dólares para 2017.

Además, BP tuvo que rascar el bolsillo y pagar más de 55.000 millones de dólares por las indemnizaciones del vertido de crudo en un pozo del Golfo de México, que causó la muerte de once personas y un desastre ecológico.

De ganancias a pérdidas 

ConocoPhilips cerró el 2015 cuesta abajo: el año pasado tuvo 4.428 millones de dólares de pérdidas, pero gran parte de ellas se han producido en el último trimestre. En concreto, entre octubre y diciembre se han evaporado 3.450 millones de dólares. Y el 2016 no parece remontar: desde que comenzó el año, sus acciones se depreciaron un 19%.

Otra que pasó de un año de ganancias a otro de pérdidas es la noruega Statoil, que pasó de 22.000 millones de dólares de beneficios a pérdidas netas por casi 4.400 millones de dólares. Para hacer frente a esta sangría económica, proyecta subir un 50% sus recortes de gastos, y ahorrar 2.500 millones de dólares.

Las agencias bajan la calificación 

El derrumbe del crudo es analizado con lupa por las agencias de calificación. Por ejemplo, Standard & Poors ha puesto en revisión negativa a Repsol, BP, Eni, Statoil y Total, y ha bajado la nota de Royal Dutch Shell de sobresaliente bajo (AA-) a notable alto (A ).

En el caso de Repsol, cuenta con una calificación de BBB- (aprobado bajo). En el 2015 ha perdido 1.200 millones de euros, y su onda expansiva repercutió en sus inversores, como CaixaBank, que tiene que afrontar pérdidas por 342 millones de euros.

Ante este panorama, S&P tiene un rayo de esperanza, y cree que el barril Brent comenzará a repuntar su valor: llegaría a 40 dólares este año, 45 en 2017 y 50 dólares en el 2018.

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