La baja de Xallas apenas golpea a la gran cooperativa láctea gallega

Su participación en el proyecto, un 11,4%, era la menor de las cuatro entidades impulsoras

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Día histórico para el sector lácteo gallego. Este lunes, las asambleas de las cooperativas Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto han acordado su integración en una cooperativa de segundo grado que pretende ser el germen de un gran grupo lácteo gallego, a semejanza de los que existen en otras comunidades, pero todavía lejos de la dimensión de las cooperativas danesas u holandesas.

Han sido los socios de estas cooperativas los que, con sus votos, han refrendado un proyecto del que se cae Xallas. Los propietarios de la cooperativa con sede en Santa Comba votaron mayoritariamente en contra de sumarse a la iniciativa liderada por Feiraco y en la que, a pesar de su envidiable situación económica y de su masa social, apenas representaba el 11,4% del nuevo grupo resultante, frente al 45,3% de Feiraco, el 30,7% de Os Irmandiños o el 12,6 de Melisanto.

Esta situación, unida al hecho de que a un buen número de socios no les entusiasmaba la idea de volver a trabajar en un proyecto con Feiraco, ha la causa de que el 85% de los propietarios decidiesen mantenerse al margen.

Proceso en marcha

El presidente de Feiraco, José Montes, a la vista del resultado, teme que no se haya entendido el mensaje. El dirigente aseguró que se ofreció a Xallas «un plan de igualdad», ya que el «objetivo uno» era integrarse para un proyecto compartido en la zona. De hecho, apunta que la negativa de los de Santa Comba a integrarse afecta de lleno a Feiraco «porque está actuando dentro del mismo territorio» en el que, recuerda, tienen socios en común.

Por su parte, el presidente de Os Irmandiños, José Ángel Blanco, sin querer entrar en polémicas, también cree que la decisión de Xallas pudo estar condicionada por la falta de información. «Nosotros explicamos –la propuesta de integración– a los nuestros y en Os Irmandiños ha salido adelante, lo que me alegra», apuntó Blanco.

Trabajo por delante

El ‘no’ de los de Xallas no paraliza el proceso de constitución de una cooperativa de segundo grado. Ni siquiera excluye definitivamente a la cooperativa del proyecto, puesto que se trata de una iniciativa abierta a la que se puede sumar cualquiera.

El propio Blanco reconoció que ahora queda por delante «muchísimo trabajo», pero se muestra convencido de que unir fuerzas es el camino en el actual escenario económico, en el que, según su opinión, «las microempresas pintan poco».

La nueva cooperativa de segundo grado, cuya denominación se hará pública «en los próximos días», nace con vocación de convertirse en una referencia en el sector agroganadero. Sus objetivos más inmediatos son ganar tamaño y eficiencia para convertirse en el grupo líder que todos ansían.

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