La autopista que une Santiago y Ourense, otra vez en venta

FCC pretende hacer caja con Globalvia, propietaria de la concesionaria gallega, para reducir su deuda

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Objetivo, hacer caja. FCC, que en 2009 asumió junto a Caja Madrid (hoy Bankia) el control de la autopista entre Santiago y Dozón, ha puesto en venta la filial de infraestructuras con la que controla cómodamente la mayoría de la concesionaria de la AP-53, la Autopista Central Gallega. De hecho, el grupo constructor tiene, a través de Globalvia, un 61% del capital de Acega y la considera una de sus filiales.

FCC, presidida por Esther Alcocer Koplowitz, anunció este miércoles que pondrá a la venta Globalvía y Realia, las filiales de concesiones e inmobiliaria que comparte con Bankia, además de su negocio de energías renovables. Con estos tres activos, la empresa espera conseguir recortar la mayor parte de las deudas del grupo para reducir el pasivo un 34%. Es decir, en unos 2.700 millones de euros. Globalvia es una sociedad creada en enero de 2007, y participada al 50% por FCC y Bankia, grupos que iniciaron su actividad en el sector de las concesiones de infraestructura en 1991 y en 1997, respectivamente.

Control de Acega

FCC y entonces Caja Madrid se hicieron en 2009 con el control efectivo de Acega, la concesionaria de la vía que une Santiago con el Alto de Santo Domingo, al sumar las participaciones que tenían y trasvasarlas a la sociedad conjunta Globalvia, con lo que el grupo pasaba a controlar el 61,4% del accionariado de la gestora de la AP-53. FCC aportó a la operación el paquete del 54,4% que ya poseía en Acega, tras haber realizado varias operaciones de ampliación en los últimos años, mientras que la caja entonces presidida por Miguel Blesa sumaba otro 7% del capital de la concesionaria gallega a Globalvia. Los nuevos gestores procedieron ese mismo año a materializar los cambios, con la reestructuración del consejo de administración de Acega y el relevo en los principales cargos, asumidos desde entonces por el grupo constructor de Esther Koplowitz.

Tras esa reestructuración accionarial, las extintas cajas gallegas se mantuvieron, conjuntamente, como segundos accionistas, al sumar un 20,25% del capital de Acega (el mayor peso correspondía a Caixanova, con el 13,5%), mientras que Itínere, la propietaria de la AP-9, ahora en manos de la norteamericana Citi, controla el 18,3% restante. El objetivo inicial del FCC y Caja Madrid era dotar a Globalvia de capacidad para acudir a los grandes concursos de concesiones y abrir su capital a un nuevo socio. Actualmente, NCG se mantiene como accionista minoritario de la Autopista Central Gallega a través de su corporación industrial, paquete que también está en venta.

Por muchas manos

Cuando Globalvia se hizo con el control de Acega salieron del consejo de la concesionaria los representantes de Abertis, la gestora de las autopistas controlada por La Caixa, que ocupaba una vicepresidencia, así como los miembros de Iberpistas, Dragados y la constructora Ploder.

La venta de Globalvia, y por consiguiente, de su filial Acega, es uno más de los muchos cambios de manos que tuvo la concesionaria gallega hasta caer en la órbita de FCC. De hecho, en 2009, esa nueva vuelta de tuerca accionarial en la concesionaria gallega, cuya creación data de noviembre de 1999, se producía después de que FCC adquiriera en 2006 a la sociedad Iniciativas y Servicios, del Grupo Ploder, el 10% de las acciones que poseía en Acega, hasta elevar su participación a más del 54%.

La inversión, cuyo importe ascendió a 13,5 millones, formaba parte del proceso iniciado por FCC para concentrar sus participaciones en infraestructuras, a fin de ponerlas en valor, y que concluyó con las nuevas aportaciones de activos a Globalvía. Dentro de esta estrategia, había adquirido a Abertis y a ACS sus participaciones en la autopista gallega, que sumaban otro 31%.

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