KPMG tumba a Fernández de Sousa

El consejo de Pescanova autoriza a Deloitte a elegir un asesor para realizar el plan de viabilidad

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La banca acreedora, los consejeros de Pescanova, Deloitte… eran muchos los que con la boca pequeña aseguraban que Manuel Fernández de Sousa no acabaría el mes como presidente de Pescanova. Acertaron. La losa del informe forensic de KPMG era demasiado pesada, así como la posibilidad de que los hechos expuestos en el documento llevasen al juez Ruz a inhabilitarlo. Este miércoles el presidente presentó su dimisión en consejo de administración. La propuesta fue aprobada por unanimidad, aunque De Sousa se mantiene como consejero y primer accionista de la compañía.

Fernández de Sousa marcha dejando muchas incógnitas en el aire. No sólo sobre su futuro, también sobre el de la empresa que presidió durante 37 años. ¿Quién los sustituirá? Entre otras cuestiones, el consejo de administración aprobó celebrar una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 12 de septiembre. De ahí debe salir un nuevo consejo y un nuevo presidente.

La banca, satisfecha

De momento, fuentes oficiales de Damm, el segundo accionista de la compañía ya han declarado que la fecha de septiembre es demasiado lejana para una empresa en la situación de Pescanova. “No se puede estar hasta entonces sin presidente, es necesario un interlocutor válido que se siente con la banca a negociar el plan de viabilidad”, indican.

La banca, por su parte, está satisfecha con la marcha de Fernández de Sousa. Fuentes de las entidades acreedoras aseguran que ya se intentó tumbar al presidente cuando Deloitte tomó la riendas de la compañía como administradora concursal. “No se podía negociar con él y no había colaboración con los administradores”, indican. “Pero Deloitte tenía las manos atadas, sólo el consejo podía sacar a Sousa, por eso optó por apartarlo de la gestión de la compañía”, recuerdan.

Las entidades apuestan por José Carceller como próximo presidente, por lo menos es la opción que más viable les parece. «Puede gustar más o menos, pero es un hombre de negocios y sus empresas tiene éxito», dicen, refiriéndose siempre a Demetrio Carceller, hermano del consejero y presidente de Damm.

De Sousa presentó su renuncia

Pero a Fernández de Sousa ni siquiera lo tumbó el consejo de administración. Fue él quien presentó su renuncia, que fue aprobada por unanimidad. En declaraciones a los medios, tras el cónclave donde puso punto y final a su etapa como presidente, manifestó que ya tenía planeado dimitir en el momento en el que KPMG diese a conocer su forensic. Un documento, sostiene una y mil veces Sousa, que él mismo encargó.

El ya ex presidente reconoció errores en su gestión, aunque asegura que todos son explicables y tenían un motivo fundamental: el de mantener a flote Pescanova. “Básicamente al final uno se queda con una idea y es que ha habido aciertos y errores, pero Pescanova sigue ahí, es una gran empresa, y lo que se ha hecho es conseguir que siguiera viva como está”, argumentó.

«Tengo que asumir la responsabilidad»

El empresario aseguró que el informe de KPMG incluye conclusiones en las que puede estar “más de acuerdo” y otras en las que lo está “menos”. En cualquier caso, reconoció que “hubo errores”.

“Los errores de management tienen siempre un responsable primero. Como consecuencia de tener que asumir la responsabilidad de los errores, que todos tienen una explicación pero no dejan de serlo, es obligado presentar mi dimisión en el consejo”, apuntó.

“Pescanova está ahí, es una gran empresa y lo que se ha hecho es conseguir que siguiera viva como está, con todos sus trabajadores cobrando, trabajando y con todos sus barcos pescando”, dijo emocionado. “Nadie es insustituible, yo tampoco lo soy”.

Plan de viabilidad

Pero más allá de la marcha de Pescanova, el consejo de administración dio para mucho más. Según luego se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se autorizó la elección por parte de la administración concursal de un asesor financiero que elaborará un plan de viabilidad para la compañía.

Todo apunta a que será la propia KPMG, ya que este es el deseo de la banca acreedora, que ya la ha propuesto, aunque debía esperar el visto bueno de Deloitte y del propio consejo de la entidad. El plan de negocio que desarrolle será el que, junto al informe concursal que elabora Deloitte permitirá a Pescanova salir del agujero en el que se encuentra y evitar la liquidación.

Ana Belén Barreras también dice adiós

Además de la marcha de Fernández de Sousa, la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas y la autorización a Deloitte para elegir un asesor financiero hubo un punto del día más. El de la dimisión de Ana Belén Barreras, que ni siquiera participó en la cita de Chapela. Consejera de Pescanova aunque sin acciones de la compañía, es hija de José Alberto Barreras, el accionista significativo imputado por la Audiencia Nacional por haber vendido acciones los días precedentes a destaparse la crisis de la compañía.

La marcha de Fernández de Sousa de la presidente de Pescanova sigue sin apartarlo del foco mediático. Sigue imputado, y el forensic que lo relevó de su puesto, también puede ser decisivo para la justicia.

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