KFC planea cinco nuevos locales en Galicia mientras despide a trabajadores en A Coruña

El aterrizaje de la primera franquicia de KFC (antes Kentucky Fried Chicken) en Galicia, de mano de la empresa con domicilio en A Coruña, Gut&Schnell, estuvo promocionado con la creación de 38 empleos, la mayoría de ellos con contrato indefinido y un salario por encima del convenio de hostelería de la ciudad. Así sucedió, tras una intensa fase de selección. Pero a la multinacional de los populares buckets de pollo no le ha salido todo bien en el centro comercial Marineda City y en sus ocho meses de actividad ha despedido al menos a 10 personas, sin reponer los puestos vacantes.

El franquiciado gallego no habla de razones económicas en las salidas, sino de motivos disciplinarios, con faltas de gravedad que prefiere no comentar. El mecanismo, según pudo conocer este medio de trabajadores afectados, era sencillo. Un día de trabajo normal, una llamada al despacho por parte de alguno de los encargados y la entrega de la notificación de despido. En el documento más habitual se indica que la dirección ha percibido «una disminución continuada en su rendimiento laboral», por lo que se procede al despido, reconociendo la empresa la improcedencia del mismo para evitar «la judicialización» y, en consecuencia, la indemnización.

Uno de los encargados que despedía a compañeros se presentó a las elecciones sindicales como representante de la CIG, según pudo confirmar este medio, aunque perdió frente a la actual delegada sindical de Comisiones Obreras. Algunos de los trabajadores relatan la inquietud de llegar al trabajo sin saber si iban a ser despedidos y lamentan la falta de explicaciones en cuanto a los motivos. «Lo que pone en la nota», era el argumento empleado, según explican.

La empresa, amén de los motivos disciplinarios aludidos, tiene su contrarrelato en que quedan 27 trabajadores, 22 con contrato indefinido y otros 5 temporales, generalmente de caja, que pronto se convertirán también en indefinidos.

Denuncia a la inspección de trabajo

Economía Digital contactó con la delegada sindical de Comisiones Obreras, Sheila Correa, que por motivo de los deberes de confidencialidad –que la empresa le recordó en los últimos días–no puede informar con detalle de los despidos. Sí que manifiesta, en cambio, que ha llevado a la franquicia de KFC a la inspección de Trabajo, al no tener respuesta a sus demandas.

Estas atañen a la solicitud del calendario laboral y las horas complementarias que realizan los trabajadores, pues se están entregando «calendarios semanales» con la jornada de cada trabajador, que se entera de su horario, con suerte, con unos días de antelación. También pide una revisión de las categorías profesionales, pues toda la plantilla, a excepción de los encargados, tiene contrato de «ayudante». Se piden también los datos económicos –memoria anual, entre ellos–, la copia de los contratos y los índices de absentismo, y se expresa una queja por las altas temperaturas en las áreas de cocina y pack (un puesto intermedio entre cocina y caja).

Al no recibir respuesta, se procedió a denunciar ante la inspección de Trabajo.

Expansión

Todo esto sucedía mientras KFC planeaba su expansión por Galicia. Según explica la dirección de la empresa, se abrirá un segundo local en A Coruña «entre septiembre y octubre de 2016». Será de tipo drive (servicio en coche) y creará en torno a 35 empleos. Dos de las personas que trabajan actualmente en Marineda City tendrán funciones de encargado en el nuevo establecimiento.

Gut&Schnell pretende abrir otros dos locales en 2017, presumiblemente en el sur gallego, lo que hace pensar en Vigo. Y todavía quedaría en los planes de la empresa otras dos aperturas de cara a 2018, según manifiestan. A diferencia de otras cadenas, KFC acostumbra a entregar todo su negocio en un territorio al mismo franquiciado.