Jealsa, la marca que vende conservas y coloca extintores

Jealsa Rianxeira, junto a Calvo la mayor conservera gallega, debe su nombre a Jesús Alonso Fernández, el emprendedor que asentó en Boiro hace 60 años los cimientos de un grupo con unos 4.000 trabajadores y más de 600 millones de facturación. A pesar de la solera de la compañía, la conservera convive en el mercado con otra Jealsa, una firma andaluza que se dedica a la instalación de sistemas contra incendios.

En 2016, la empresa Grupo Jealsa Spain, radicada en Jerez de la Frontera (Cádiz), registró la marca Jealsa en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Nada tenía que ver su actividad con las conservas de pescado, sino con los “servicios de instalación de sistemas contra incendios”, especifica el registro. La marca fue aceptada, a pesar de la oposición de la otra Jealsa, la conservera que distribuye las marcas como Rianxeira, Escurís, Marea Aperto o Robinson Crusoe. La inscripción de la marca de la conservera data de 1988.

Las dos marcas enfrentadas. En la parte superior la conservera gallega, en la inferior la empresa andaluza

Jealsa intenta anular la marca Jealsa

A los distintos recursos que constan en la propia Oficina de Patentes y Marcas, la empresa gallega sumó también una ofensiva judicial, pero tampoco por esa vía logró el objetivo de anular la denominación de la marca gaditana. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid consideró que “la semejanza fonética y denominativa de los signos de una y otra enseña no son aquí determinantes”, pues tanto los distintivos visuales de las marcas como la actividad a las que se dedica cada una de las empresas están claramente diferenciadas. “Habiendo de significarse, como argumento añadido, que las áreas geográficas de influencia de las empresas que se disputan la marca son lo suficientemente distantes- una en Galicia y otra en Andalucía- como para generar conflictos de intereses reales entre ellas”, remachaba la Sala de lo Contencioso.

Jealsa, la empresa gaditana, ofrece servicios de venta e instalación de sistemas contra incendios, tales como la colocación de extintores, puertas corta fuego o alarmas, entre otros. A pesar de la notoriedad que tiene la conservera gallega, el Tribunal Superior de Justicia consideró que “no hay una identidad de servicio entre los prestados por las marcas oponentes, pero si un cierto riesgo de confusión o asociación, que nunca se cree que se produciría en este caso, a la vista de que sus actividades empresariales son completamente distintas y la segunda de ellas está ceñida a un ámbito geográfico muy reducido y específico, por lo que hay que presumir que no debe producirse nunca ningún efecto de confusión en el consumidor”.