Jacinto Rey blinda el control de San José en pleno pulso con la banca acreedora

El presidente y máximo accionista decide fusionar las cuatro sociedades que detentan el 48% del capital del grupo, sin comunicarlo a la CNMV

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Nueva pirueta sobre el alambre de Jacinto Rey. El presidente y máximo accionista de San José, que mantiene un pulso con la banca acreedora tras haber logrado un principio de acuerdo para refinanciar una deuda global de casi 1.800 millones de euros, ha procedido a activar una reestructuración de su paquete accionarial en el grupo constructor, cotizado en Bolsa. Jacinto Rey detenta el 48,29% del capital de San José a través de cuatro sociedades. La operación no ha sido comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como es preceptivo en casos de información relevante al mercado.

Jacinto Rey, a título personal y como administrador único de Pinos Altos XR SL, ha inscrito en el Registro Mercantil la fusión por absorción de esta firma con otras tres sociedades instrumentales que sirven al constructor para retener el control de la empresa cotizada. Así, Pinos Altos XR absorbe Udra Valor SA, Pinos Altos Inversiones SL y Pinos Altos Patrimonio. La operación lleva aparejada la disolución y extinción de Pinos Altos Inversiones.

Los derechos de voto

Este grupo de sociedades pasaría desapercibido en el entramado empresarial del grupo constructor si no fuera porque son las que utiliza Jacinto Rey para retener el control de San José. De hecho, Pinos Altos XR suma 11,2 millones de derechos de voto sobre acciones de la empresa cotizada, mientras que Pinos Altos Inversiones atesora 3,6 millones y Udra Valor, 283.194 títulos. En total, el 48,9% del capital del grupo. En el consejo de San José, según declara la compañía en su informe de gobierno corporativo, solo otros tres consejeros tienen títulos. Se trata de Jacinto Rey Laredo, hijo del empresario, con un 0,33%; Roberto Álvarez, con un 0,04%, y Ramón Barral.

Pinos Altos XR, la sociedad absorbente y sobre la que pivota la operación, detentaba hasta ahora directamente un 17,3% del capital de la compañía. Tradicionalmente, Jacinto Rey apuntalaba el control del grupo con el paquete de la familia de uno de sus socios, ya fallecido. Se trata de Julia, María José y María Virtudes Sánchez Ávalos, que suman una participación conjunta del 21,4% de la compañía y son su segundo grupo accionarial.

Los problemas

Todas estas operaciones societarias tampoco tendrían relevancia si no fuera porque San José arrastra una deuda con la banca acreedora que financió la compra de Parquesol de casi 1.800 millones. A ello se suma una operación acordeón pactada con los bancos para reducir a cero el capital de San José Desarrollos Inmobiliarios SA, y proceder a una posterior ampliación para dar entrada a las entidades financieras en el capital de dicha división, que detenta el negocio de Parquesol.

Para rizar todavía más los problemas de unas negociaciones que parecían encarriladas, varios bancos acreedores se han descolgado del pool vendiendo con descuento su deuda en San José. Entre ellos se encuentran Santander, Barclays, BBVA y Sabadell, que no confían que salga a flote el grupo constructor. Desde el pool bancario, el resto de entidades todavía confían en la salvación. El primer paso, la próxima junta general de San José Desarrollos Inmobiliarios, prevista para el próximo viernes, 7 de noviembre.

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