Itínere, la dueña de la AP-9, solo gana dinero en Galicia

La propietaria de Audasa encadena otro ejercicio en rojo tras perder más de 60 millones; la Autopista do Atlántico y la que une Carballo y A Coruña son de las pocas concesiones rentables del grupo, del que es accionista Abanca con un 23,8%

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Itínere se empeña en ponerse guapa para colocarse en el mercado, pero no acaba de sentarle bien el traje. El grupo propietario de la concesionaria de la AP-9, Audasa, y de otras cinco autopistas concesionadas en el norte de España, ha vuelto a cerrar ejercicio en rojo, con unas pérdidas de 60,3 millones, diez más que el curso anterior.

Aunque la mejoría económia ha traído un incremento del tráfico a los viales, lo que ha supuesto una mejora en el resultado de explotación de la compañía (81,8 millones en positivo), el negocio no alcanza para pagar la abultada deuda, que provocó un resultado financiero negativo de 148 millones.

En venta

El hito del año para Itínere fue precisamente la refinanciación de su deuda hasta 2025, compuesta por un préstamo sindicado del que restaban por pagar a cierre de ejercicio 571 millones; y un segundo préstamo concedido por Popular, Sabadell, Santander, BNP, Caixabank y Société Générale del que restaban por pagar más de 1.000 millones.

La maniobra, además de aliviar tensiones de tesorería, da aire a Sacyr o Abanca, que tiene un 23,8% del capital, para intentar vender su participación. El máximo accionista es Citi, con un 54,1%.

Galicia como salvavidas

Si algún territorio da alegrías a Itínere, ese es Galicia. Audasa, la concesionaria de la AP-9 que estuvo en el ojo del huracán hace un año por los atascos en los peajes, entre otras cosas, aportó al resultado consolidado del grupo 10,2 millones. La otra concesión gallega, la autopista entre A Coruña y Carballo, también dio beneficios de 2,6 millones.

Las concesiones gallegas suponen más del 60% de la cifra de negocio de Itínere, que el año pasado alcanzó los 259,7 millones. Entre Autoestradas de Galicia (A Coruña-Carballo) y la AP-9, aportaron 147,5 millones.

La Xunta ha reclamado a Fomento en reiteradas ocasiones la transferencia de las competencias de la AP-9, considerando que puede realizar una mejor gestión y evitar las subidas de peaje que fueron una constante durante la crisis económica.

Mejoría insuficiente

La rentabilidad en tierras gallegas se esfuma en el resto de territorios. Aucalsa, la autopista astur-leonesa, cerró con pérdidas de 1,2 millones, que se sumaron a las de más de 3 millones del ejercicio anterior. Gebisa, concesionaria de un vial en Bilbao, logró unas escuetas ganancias de 780.000 euros; mientras que Audenasa, en Navarra, apenas pudo compensar el medio millón de euros que perdió en 2014 y acabó el año con 585.000 euros de beneficio.

ENA, el holding que controla las concesiones del noroeste, perdió 2,2 millones. Itínere y Enaitínere, los dos holdings que dependen directamente de la matriz del grupo, acabaron con pérdidas de 44 y 28 millones respectivamente.

La única concesión comparable en rentabilidad a la AP-9 es la que gestiona AP-1 Europistas, entre Burgos y Armiñón, que encadena dos buenos balances, con ganancias de 2,1 millones en 2015 y de 3,3 millones el año anterior.

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