Irán, un mercado imposible para las empresas españolas

El fin del bloqueo de EE.UU y UE es un espejismo para trabajar en un mercado de 80 millones de habitantes

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Al mes de levantarse el bloqueo de Estados Unidos y la Unión Europea sobre Irán exportar o trabajar con aquel país se  ha convertido en algo imposible por la rigidez de sus normas comerciales.

En estos momentos solo unas pocas empresas españolas trabajan en Iran o con Iran, entre ellas Pina Safrron, con sede en Novelda (Alicante) dedicada a envasar y comercializar azafrán para terceros.

Iran es el mayor fabricante del mundo de esta especie, cuyo cultivo en España está en decadencia por los mejores precios que alcanza el azafrán procedente de Iran o Afganistan.

Otras empresas valencianas consultadas por ED han reconocido el interés por este mercado de 80 millones de habitantes, pero también valoran negativamente las posibilidades  para conseguir penetrar.

Dulces y grúas

Otras empresas como Dulcesol, dedicada a la bollería y pastelería y que factura unos 300 millones de euros, mostró inicialmente interés por Iran, dentro del crecimiento previsto en otros países de la zona.

Una fuente de Dulcesol comentó a ED que se exagera mucho con este tipo de mercados. Aunque mantienen contactos con otros países cercanos lo de Irán no está en su agenda. Actualmente esta empresa de Gandía (Valencia) tiene una planta cerca de Orán (Argelia).

Tanto a Iran como a otros países de esa zona han ido a parar miles de grúas, camiones, cementeras y todo tipo de material industrial dedicado a la construcción, subastado desde 2009 por la crisis que paralizó la construcción en España y provocó la bancarrota de cientos de empresas constructoras.

La mayor empresa del mundo de subastas industriales, Ritchie Bros,  efectuaba en Moncofa y Ocaña subastas permanentes con material de estas empresas que se vendía fundamentalmente en Irán y otros países de la zona. En la Feria de Dubai era frecuente encontrar material subastado de empresas españolas. En 2015 efectuó su última subasta y cerró el solar donde tenía la actividad.

350.000 millones disponibles

Tras el desbloqueo de las relaciones comerciales con Irán el pasado enero  se despertó el interés por entrar en este mercado. Según el Institut Valencià de Competitivitat Empresarial (IVACE)  en Irán hay 350.000 millones de euros disponibles para inversiones.

El mercado iraní es muy atractivo por varios motivos: fronterizo con siete países, puerta de paso entre Oriente y occidente, una población de 80 millones de habitantes, la mayor parte muy jóvenes, y una gran importancia geoestratégica.

Según el IVACE solo hay ocho empresas españolas trabajando ahora en Irán. Y señalan el interés de este país por los recambios de automóviles, ferrocarriles, energía renovables, industria hidrocarburos, turismo y alimentación.

Barreras por todos lados

Aunque también reconocen las muchas dificultades que tiene Irán para consolidar cualquier negocio, por el modelo económico proteccionista que hay en este país.

IVACE destaca los altos aranceles (una media del 50 %), certificados sanitarios,  inseguridad jurídica, burocracia, dificultades para acceder a contratos públicos si no tiene el 51 % de la empresa con titularidad local y hasta problemas para cartas de crédito homologadas en otros mercados.

También hay barreras no arancelarias para productos alimenticios, cosméticos, equipos médicos, abonos, fertilizantes y otros productos a los que se exigen registros y agentes en exclusiva. Demasiadas dificultades para un negocio interesante.

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