El juez declara la insolvencia total de Hércules de Armamento

La falta de bienes embargables para ejecutar una sentencia de indemnización lleva al Juzgado de lo Social a decretar la insolvencia de la concesionaria

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Con más de un millón de euros de pérdidas en el último año y una deuda acumulada que supera los cinco millones de euros, la situación económica de Hércules de Armamento dista mucho de ser la ideal. En estos tres años que lleva como inquilina de la Fábrica de Armas de A Coruña, una concesión cuya propiedad corresponde al Ministerio de Defensa, ha ido sorteando los problemas como buenamente ha podido, pero su capacidad de aguante empieza a decaer.

El primer y más claro síntoma es la falta de proyectos, que no acaba de concretarse, los mismo que sucede con la llegada de un posible socio que reconduzca la situación. Los trabajadores llevan meses reclamando sus salarios. Algunos de los que se han visto forzados a abandonar la empresa por esta situación han denunciado a Hércules de Armamento, que acumula ya varias sentencias en contra, en las que se reconocen las cantidades adeudadas al trabajador, la indemnización por la extinción de la relación laborar y las costas correspondientes del proceso. Pero al final todas se topan con el mismo problema: no hay dinero.

La empresa mantiene deudas con muchos de sus trabajadores que no ha podido satisfacer ni por orden judicial

El Juzgado de lo Social número 2 de A Coruña se ha visto obligado a declarar, en un procedimiento de ejecución de títulos judiciales, la “insolvencia total” de Hércules de Armamento –con intervención del Fogasa– después de no encontrar “nuevos bienes susceptibles de traba”, algo que ya había acontecido en el órgano número 1 el pasado mes de abril.

En cualquier caso, el juzgado señala que se trata de una medida “provisional”, sin prejuicio de que en un futuro se pueda continuar la ejecución de la sentencia “si se conocen nuevos bienes del ejecutado”.

Sin margen de maniobra

Sin embargo, la falta de liquidez podría poner en riesgo la continuidad de la actividad en la Fábrica de Armas en cuestión de semanas, ya que la empresa debe hacer frente al pago del canon de la concesión. Desde el Ministerio de Defensa señalan que, a pesar de que la anualidad vence en octubre, esperarán a noviembre para remitir la factura correspondiente con la variación del IPC.

En años anteriores, el canon no fue motivo de preocupación. La primera anualidad se abonó al inicio de la concesión, mientras que la segunda y la tercera se las cobró Defensa ejecutando el aval que la empresa había depositado siguiendo los pliegos del contrato. Pero este año, a la vista de los hechos, parece muy complicado que, estando en situación de insolvencia, sean capaces de abonar más de un cuarto de millón de euros al ministerio por el uso de las instalaciones de Pedralonga.

Pero Ramón Mejuto, el director de Hércules de Armamento, no pierde la esperanza. Según apunta a Economía Digital, se trata de una situación “transitoria” que podría revertirse en cuestión de días, cuando se materialice alguno de los compromisos de inversión que tiene entre manos y que contribuirían a relanzar la actividad en la factoría. En el caso contrario, de no llegar a ningún acuerdo con un hipotético inversor, el futuro de la sociedad y de la propia Fábrica de Armas quedaría visto para sentencia.

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