¿Indeciso? Ni una propuesta para pymes sobre la que reflexionar

Los costes de contratación agobian a los empresarios antes de las elecciones. La Seguridad Social encarece cada puesto laboral más del doble que la media mundial; sin embargo, el asunto pasa de puntillas durante la campaña

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Elba Leandro desea ampliar su floreciente negocio de tratamientos de spa en Tenerife (Islas Canarias), pero no está segura del ritmo al que podrá contratar dado el alto coste de las cotizaciones a la Seguridad Social. El paso al frente supondría expandir su plantilla de 60 trabajadores.

Es un dilema que comparte con los líderes de los partidos de todo el espectro político español, que haciendo campaña para las elecciones generales del 20D, tratan de convencer a los votantes de que guardan la llave para reducir una tasa de desempleo obstinadamente alta.

Pese a que la recuperación económica y la reforma laboral permiten a las empresas bajar salarios y abaratar el despido, Leandro y muchos otros pequeños empresarios aseguran que aún les echa atrás las cotizaciones a la Seguridad Social, que tienen que pagar además de los salarios.

«Tenemos que ir con cuidado al ser tan caro todo», explica. Si bajaran estos costes, Spawellplus –así se llama su pyme– podría incluso arriesgarse a abrir más de un centro a la vez, ya que los hoteles en Canarias demandan cada vez más sus servicios.

Números rojos descontrolados en la Seguridad Social

Ninguno de los partidos en liza en unas elecciones que se prevén muy reñidas quiere arriesgarse a vaciar el estado de bienestar, que está alimentado por las contribuciones de los trabajadores. Pese a que España ha salido de una doble recesión, la Seguridad Social se sumerge cada vez más en los números rojos.

Pero no introducir cambios en los costes sociales de las empresas –como prevén los cuatro grandes partidos– podría dificultar la creación de 2,7 millones de puestos de trabajo que España sigue necesitando para volver al nivel de empleo de 2007.

Para el principal partido de la oposición, PSOE, y el recién llegado Podemos, impulsar la demanda es clave. Ciudadanos, que prima una estrategia proempresarial, propone una reforma diferente del mercado laboral centrada en erradicar los empleos temporales con un contrato único.

Encuesta a empresarios

Los tres partidos están a favor de unas cotizaciones a la Seguridad Social más ajustadas a los ingresos para los autónomos que beneficie a los que ganan menos. Una encuesta entre 1.800 pequeños empresarios, de los que depende de manera desproporcionada la economía española, sugiere que se podrían decantan por partidos que ofrecen compensar sus costes de contratación.

Según el sondeo, de la consultora Sage, las dos medidas que estas empresas piden al próximo gobierno son un mejor acceso a la financiación y subsidios a la contratación. Muchos podrían estar a favor del partido gobernante, el Partido Popular (PP), que se prevé que repita victoria en las elecciones del domingo, aunque se quedará lejos de la mayoría absoluta.

El PP ha introducido bonificaciones a las contribuciones sociales para los contratos indefinidos, una medida que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido prolongar. Ciudadanos también quiere ofrecer descuentos en cotizaciones a las empresas que despidan a menos personal.

Combinación tóxica

En España, las contribuciones a la Seguridad Social por parte del contratador suponen un mínimo del 30% del salario del empleado, porcentaje mucho más alto que la media global del 17%, según la consultora KPMG, pero está por debajo de las tasas que se abonan en Bélgica, Francia e Italia.

Pero España tiene algo que esos países no tienen: la combinación tóxica de un desempleo mucho más alto y la baja productividad, que hace que las empresas sean menos propensas a pagar altos costes por contratar a trabajadores con baja cualificación.

Las pymes con nueve empleados o menos –y por tanto especialmente sensibles a los costes– suponen más de un 40% del PIB español, frente a una cifra próxima al 20% en el Reino Unido o Alemania, según un informe del centro de estudios Fedea.

El carpintero Arcángel Motos, que emplea a tres personas en su empresa de puertas y ventanas Eurovent Valera, en la provincia de Cuenca, explica que podría estar interesado en el programa de rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social, ya que las perspectivas de negocio mejoran.

Por ahora, está aplazando la contratación de una cuarta persona, «(pero) a ver después de las elecciones,» dice Motos, que también fue alcalde, por el PP en su pueblo.

Los empresarios españoles dependen más de los contratos temporales que sus homólogos de la zona del euro, otro lastre para la productividad que implica que la reciente recuperación del mercado laboral se haya visto alimentada principalmente por un empleo poco seguro.Todas los partidos dicen que quieren abordar este asunto y ayudar a las pymes a ofrecer mejor formación a sus empleados.

«Me encantaría contratare»

Los descuentos del PP a las contribuciones a la Seguridad Social pueden haber impulsado la creación de empleo, pero la evidencia sugiere que se precisan más reformas. Solo uno de cada seis de los 595.000 nuevos empleos indefinidos que se firmaron entre marzo y septiembre se deben a la medida del PP, según una revisión de la Comisión Europea.

En teoría, reducir los costes de las empresas podría ayudar a abordar algunos desequilibrios y desigualdades que los partidos quieren arreglar. La empresaria canaria asegura, por ejemplo, que no tenía margen para subir los salarios en parte por el alto coste de la factura social, aunque trata de incentivar a su personal con comisiones.

En Neuroped, una clínica en Alcobendas (Madrid) que trata niños y jóvenes con desórdenes cerebrales, más de la mitad del personal son colaboradores autónomos, lo que ayuda a reducir los costes a la Seguridad Social. Mónica Zumárraga, que cofundó la clínica con su hermana neuropsicóloga en 2013, reconoce que algunos autónomos podrían agradecer un contrato.

La realidad que retrata el día a día

«Si fueran más bajas (las cotizaciones) a lo mejor nos plantearíamos otra cosa», dice. Adrián Suárez, que junto a su tío gestiona cuatro hoteles en Madrid bajo la marca JC Rooms, está más convencido que nunca de que necesita un departamento de ventas y marketing tras contratar a un comercial en practicas durante un mes.

Pero dice que ahora ya no es una opción. «Le dije (al becario): ‘Me encantaría contratarte’, pero ahora mismo no puedo; me pasaría de gasto, y uno de los problemas es la cantidad de impuestos y extras añadidos a los salarios».

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