Hércules de Armamento contrata a trabajadores por Internet y sin hacer entrevistas

La firma notificó a los candidatos su admisión con la única referencia de lo que declaraban en sus currículos

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Este lunes se incorporaron a Hércules de Armamento 90 nuevos trabajadores. Cuando cruzaron la puerta de las instalaciones, muchos de ellos lo hacían por primera vez. Era su primera toma de contacto con una empresa con la que hasta ahora sólo habían contactado vía web. Mandaron su currículum en respuesta a la demanda de puestos de trabajo y, posteriormente, recibieron un correo de la firma en el que les emplazaba a remitir la documentación necesaria para incorporarse el 26 de octubre a sus nuevos puestos. Nada de preguntas. Ninguna prueba. Su valía, reflejada en el papel.

Después de cuatro horas de visita a las instalaciones y de una jornada de la que todos se llevaron una «buena impresión», los nuevos empleados de Hércules de Armamento desfilaron por Pedralonga camino de sus casas. A su salida, algunos se prestaron a responder a las preguntas de los periodistas, otros prefirieron no hacerlo por prudencia y, como reconoció más de uno, también por recomendación de la propia dirección de la factoría. Todos compartían su ilusión por haber conseguido trabajo, aunque tampoco sabían muy bien de qué.

Diversa procedencia

Entre los nuevos componentes de la plantilla figuraban familiares de trabajadores; torneros, fresadores y soldadores con su curso o su FP sin estrenar en el mercado laboral, hasta personas con una amplia trayectoria en el sector de la hostelería y con más de una década en paro que encuentran en Hércules de Armamento una nueva oportunidad para desarrollarse profesionalmente.

Al parecer, el hecho de ser demandante de empelo era una conditio sine qua non para ser elegido. Otra, estar el día 26 de octubre en la puerta de las instalaciones. De hecho, hubo quien, tras ser admitido, fue rechazado por no poder comenzar en esa fecha, a pesar de que la causa estaba más que justificada. La empresa quería tener ese día a los 155 empleados, tal y como se había comprometido, pero el trabajador 155 (que era curiosamente el número que le asignaban en la confirmación a esta persona), finalmente se quedó en su casa.

Condiciones

Los que se incorporaron este lunes lo hicieron en dos turnos. El primero de 7.00 a 11.00 horas y, el segundo, de 11.00 a 15.00 horas. A pesar de que se comentaba que muchos entrarían con contratos de formación, a su salida todos afirmaban tener un contrato indefinido. La cantidad a cobrar, según convenio, y la categoría profesional, la más baja: peón.

Entre los que llevan más tiempo, los hay que trabajan a jornada completa de 7.00 horas a 15.00 horas. En cualquier caso, a partir de esa hora no queda nadie en la fábrica. Para Roberto Teijido, el presidente del antiguo comité de empresa de la Fábrica de Armas, es una situación «inusual» en una factoría, pero no es lo único que le llama la atención. Respecto a los nuevos contratos comenta que, si fueran noventa empleos «indefinidos, normales y dignos» y no «precarios y falsos», porque la empresa «no tiene carga de trabajo ni facturación», «les tendrían que recibir el alcalde, el conselleiro, Feijóo y hasta el presidente del Gobierno».

Primeros impagos

Ricardo Suárez, que trabajó durante 33 años en la Fábrica de Armas y que desde hace un mes lo hace para Hércules de Armamento, asegura que hay actividad y se trabaja en el desarrollo de nuevos proyectos. También reconoce que algunos compañeros llevan dos meses sin cobrar. La empresa se ha comprometido a normalizar su situación, aunque está a expensas de la concesión de una subvención y de la entrada de inversores, algo que hasta la fecha aún no se ha producido. Fuentes sindicales también confirman esta circunstancia.

En los próximos días, los trabajadores de Hércules de Armamento celebrarán una reunión para abordar ésta y otras cuestiones, así como para evaluar la marcha de la factoría. Hasta entonces, los nuevos empleados tendrán ocasión de seguir familiarizándose con las instalaciones y conociendo más de los que serán sus puestos de trabajo durante los tres próximos años, que es el tiempo que se comprometió la empresa a mantenerlos.

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