Hacienda reclama 4,8 millones a Leche Río por el Impuesto de Sociedades

La compañía de Jesús Lence, que ha presentado recurso, vuelve a beneficios pero reduce un 32% sus ventas, con una fuerte caída en la recogida de leche

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Jesús Lence ha solventado un problema y le ha aparecido otro. Leche Río ha dado la vuelta a las cifras negativas que presentó en 2014, cuando registró números rojos por valor de 1,3 millones, para volver a beneficios, acabando el último ejercicio con ganancias de 4,6 millones.

Un vuelco al balance que se ha cimentado en una reducción drástica de gastos, incluso sacrificando las ventas. La facturación descendió un 32,6%, más de 71 millones. El volumen de negocio del primer grupo lácteo gallego se asemeja cada vez más al del segundo, algo impensable cuando Leche Río integró Leyma y se lanzó por encima de los 200 millones de facturación.

En el último ejercicio, sin embargo, se quedó en los 147 millones, no demasiado lejos de los 118 millones que facturó Feiraco en 2014. El grupo cooperativo que preside José Montes avanzó un descenso en 2015 de las ventas, que se mantendrían en todo caso por encima de los 100 millones.

Inspección de Hacienda

Mientras Jesús Lence arreglaba las cifras de su buque insignia, otro problema le sobrevino. La inspección de la Agencia Tributaria sobre el Impuesto de Sociedades correspondiente a los ejercicios 2009 a 2012 acabó con una reclamación del fisco de 4,8 millones a Leche Río, que la empresa firmó en disconformidad.

Según informa la compañía en su memoria de ejercicio, ha procedido a recurrir el acta, matizando que «cualquier pasivo fiscal adicional que pudiera ponerse de manifiesto no tendrá un efecto significativo en las cuentas anuales tomadas en su conjunto».

Los aprovisionamientos se reducen a la mitad

¿Cómo consiguió Leche Río dar la vuelta a sus números en medio de la crisis del sector lácteo? Reduciendo drásticamente los gastos. Porque si los ingresos cayeron en 71 millones, la inversión en materia prima y mercaderías descendió en 84,6 millones. Los aprovisionamientos ascendieron en 2014 a 179,7 millones y en 2015 se quedaron en 95,1 millones.

Es buena noticia para el futuro de la empresa, no tanto para la recogida en Galicia ni para los grupos lácteos gallegos, que ven menguar su peso en el mercado autóctono.

El ajuste conllevó también una reducción de plantilla, que ha sido constante en los últimos dos años. El gasto en salarios descendió desde los 6,7 millones a los 5,8.

Solidez patrimonial

Por lo demás, la empresa mantiene su solidez financiera. El pasivo es muy reducido, apenas 33 millones, frente a unos fondos propios de 112,8 millones y unas reservas de 78,4 millones. Leche Río controla activos por valor de 145,3 millones.

Durante el pasado ejercicio, Lence se permitió repartir dividendos por valor de 9 millones.

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