Guerra total entre la nueva y la vieja Pescanova 

Otra batalla interna sacude Pescanova. En esta ocasión no son las luchas de poder que acompañaron a la multinacional gallega durante su crisis, sino una decisión operativa cuyos efectos, a juicio de los antiguos accionistas, pone en peligro la viabilidad de la compañía.

Estos accionistas solicitarán formalmente a Nueva Pescanova, la sociedad controlada por la banca que surgió tras el proceso de saneamiento, que proceda a cancelar y revertir los efectos «negativos» del crédito supersenior de 125 millones de euros activado para conseguir liquidez.

Reducción de todo el patrimonio

Entre estos efectos negativos estaría la reducción del patrimonio neto de Nueva Pescanova a cero. «Puesto que el valor patrimonial de Nueva Pescanova, que se estimó en unos 70 millones de euros aproximadamente y el efecto patrimonial negativo de la firma y disposición del crédito ‘supersenior’ se estima superior a esa cifra, el efecto neto supondría reducir a cero el patrimonio neto de Nueva Pescanova», explican.

La vieja Pescanova también advierte que someterá a la junta general ordinaria de la firma pesquera, que debe celebrarse antes del 31 de mayo, la adopción de las medidas que en su caso proceda tomar «en defensa de los legítimos intereses de la sociedad y del conjunto de sus accionistas».

Pérdida de liquidez

Nueva Pescanova formalizó, con fecha 29 de diciembre de 2015, dicho crédito ‘supersenior’, con un interés del 15% anual y una comisión de aseguramiento de 300 millones de euros a pagar a 20 años con un interés del 1%. Unas condiciones especialmente duras.

Los efectos negativos de esta decisión, según los antiguos accionistas, serían la reducción inmediata de todo el patrimonio, el reconocimiento como pasivo de todo el coste de los intereses y comisiones y la pérdida adicional de liquidez para el grupo por el pago de intereses.