Guerra de apellidos ilustres en el Náutico de A Coruña

El Náutico celebra elecciones este jueves para elegir nuevo presidente con los socios divididos entre la opción rupturista de Cobián y la continuista de Canabal

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El Real Club Náutico de La Coruña, uno de los clubes con más solera de Galicia, elige este jueves a su nuevo presidente. La contienda, que enfrenta a Fernando Cobián con el empresario Francisco Canabal, se presenta con la masa social dividida entre los que apuestan por dotar de aire nuevo al club y los que abogan por la línea continuista del actual presidente, Germán Suárez Pumariega, número dos de la lista de Canabal, que no parece estar dispuesto a abandonar el barco.

La guerra viene de largo. A finales de 2015 Cobián fue considerado virtual ganador de las últimas elecciones, ya que Suárez Pumariega, que optaba a la reelección, había incumplido los estatutos. Sin embargo nada cambió y “Manocho”, como le llaman sus conocidos, permaneció varios años más al frente de la casi centenaria institución.

Pero en enero las tornas volvieron a cambiar. Siguiendo con lo que marcan los estatutos, al cumplirse dos años del mandato, se sometió a votación la renovación de la junta. Cobián arrasó, pero el presidente, antes de gobernar sin la mitad de los apoyos, prefirió dimitir y convocar nuevas elecciones.

Gestión en entredicho

Su gestión durante todos estos años es uno de los argumentos que juega en su contra. Incluso ha provocado que muchos de los nombres que en su día le apoyaron ya no quieran figurar en su lista. Durante su gobierno, el número de socios del Náutico ha pasado de 1.500 a los cerca del millar que tiene en la actualidad, y esta circunstancia ha hecho mella en las ya de por sí maltrechas cuentas de una entidad que no logra atraer a los más jóvenes a su seno.

La lista de Cobián, en la que figuran otros apellidos “ilustres” como los Etcheverría, Guimaraens, Ozores o Pérez-Cepeda, promete invertir las tornas y, mediante una “rigurosa administración de bienes y activos”, ampliar la oferta eventos, crear nuevas actividades, recuperar tradiciones, buscar usos alternativos al pañol acordes con las necesidades de las familias y actualizar los servicios de restauración, entre otras medidas.

Por su parte, el actual presidente, con Canabal como cabeza visible, propone en su candidatura saltar “de la tradición al siglo XXI” a través de la mejora de las instalaciones, la búsqueda del equilibrio presupuestario, la apertura de la sede social a los más jóvenes –hasta ahora vetada a menores de edad–, o la mejora del servicio de restauración, aspecto en el que coinciden con Cobián. 

La batalla está reñida y «Manocho» no parece estar dispuesto a dejarse vencer tan fácilmente como en la anterior disputa.

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