Galicia volverá a extraer wolframio casi medio siglo después

La australiana Rafaella Resources prevé empezar a comercializar en 2021 el wolframio obtenido en la mina de Varilongo, que lleva abandonada desde 1985

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Galicia se prepara para volver a extraer wolframio de una de sus mínas más emblemáticas: la de Varilongo. La australiana Rafaella Resources, que en verano de 2019 adquirió el histórico yacimiento, ha puesto en marcha una hoja de ruta que contempla iniciar la comercialización del mineral obtenido de la mina situada en el municipio de Santa Comba a partir ya de 2021

«Una vez que el estudio de factibilidad esté disponible, la compañía pretende comunicar los hallazgos y captar capital para desarrollar el proyecto de construcción para lograr las primeras ventas en 2021«, asegura la firma en el informe anual remitido a sus accionistas. De esta forma, Rafaella Resources sigue adelante y pone nuevas fechas a su plan para resucitar esta mina que lleva sin actividad desde 1985 (fecha en la que fue abandonada por una empresa del Grupo Rumasa) después de que sus expertos geólogos estimasen que el yacimiento albergaba el doble de reservas de wolframio y estaño del inicialmente previsto. 

Estudio para medir su rentabilidad

Tras la luz verde de los geólogos, la compañía trabaja ahora en la siguiente fase del proceso: el estudio de factibilidad. Tras concluir que la mina de Varilongo cuenta con más mineral de lo inicialmente pensado, la firma trabaja intenta poner cifras ahora al coste que tendría la construcción de del complejo minero y los gastos operativos que entrañarían las actividades de exploración. En el caso de que los gastos estimados por la explotación de la mina sean inferiores a los ingresos previstos y se garantice una rentabilidad óptima, Rafaella Resources iniciará de inmediato la construcción del complejo con la vista puesta en colocar su producción de wolframio en el mercado.

«El estudio de factibilidad para el Proyecto Santa Comba [como la firma denomina a la mina de Varilongo] se encuentra muy avanzado y con muchos de los estudios técnicos completados. Se espera que los descubrimientos del estudio de factibilidad se publiquen a comienzos del segundo trimestre de 2021. Dependiendo de los resultados (…) la compañía intentará inmediatamente buscar financiación para el desarrollo y puesta en marcha del Proyecto Santa Comba», explican desde Rafaella Resources. 

Casi 20.000 toneladas de wolframio

Las últimas estimaciones realizadas por Rafaella Resources arrojaron que la mina de Varilongo albergaba unas reservas de 1.629 toneladas de estaño, así como de 10,61 toneladas métricas con una ley de 0,17% en óxido de wolframio. La cifra duplica a las 5,2 toneladas métricas que se calculaba el último estudio realizado en el año 2012, unas estimaciones que, de cumplirse, permitirán que Rafaella Resources colocase en el mercado un total de 18.532 toneladas de wolframio.

El proyecto de la compañía australiana facilitaría la recuperación de una mina histórica que fue inaugurada en 1914 y en la que llegaron a trabajar más de 1.500 personas durante la primera mitad de la década. Por aquel entonces era operada por la alemana Sofindus, que posteriormente proveía al ejército nazi de este mineral clave para proyectiles y para apuntalar sus blindados, en una historia que fue llevada a la gran pantalla de la mano de la película Lobos Sucios, estrenada en 2015 y dirigida por Simón Casal.

San Finx, en ‘stand by’

La de Varilongo sería, de materializarse el plan de Rafaella Resources, la única mina de wolframio operativa en Galicia. Y es que el otro gran yacimiento con reservas de este mineral en Galicia, la mina de San Finx, se encuentra en el limbo. Tras 18 años de abandono, Incremento Grupo Inversor tomó las riendas de la mina en 2008, pero su actividad fue casi testimonial y nunca llegó a superar la barrera de las 100 toneladas de estaño y wolframio anuales (fueron 12,1 toneladas en 2011 y 98 toneladas en 2012). Finalmente, en 2013 se vería abocada al concurso de acreedores en medio de un cruce de querellas entre sus socios.

Dos años más tarde sería Valoriza Minería (del grupo Sacyr) la encargada de adquirir la mina a través de su filial Tungsten San Finx. Tras extraer casi 11 toneladas en 2016 en un periodo en el que realizaba los trabajos previos a la entrada en explotación de la mina, la compañía anunciaba a finales de 2017 que suspendía su actividad al no contar con la autorización necesaria para permitir el desagüe de las plantas más profundas de la mina subterránea.

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