Galicia reactiva la alarma industrial tras la tregua del verano

Alcoa-San Cibrao se enfrenta a la amenaza de cierre, mientras Xeal (la antigua Ferroatlántica) aplica un ERTE y la plantilla de Alu Ibérica pide el rescate

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La crisis industrial vuelve a sobrevolar Galicia. Tras meses de calma chicha por el parón obligado ante la crisis del Covid-19 y el verano, el sector secundario gallego vuelve a enfrentarse a amenazas de cierres y protestas multitudinarias para exigir una solución ante la crisis abierta en tres empresas: Xeal (el antiguo complejo de Ferroatlántica en Cee-Dumbría), Alu Ibérica y Alcoa-San Cibrao.

La planta de aluminio de esta última en el concello lucense de Cervo se enfrenta a un futuro incierto después de que la multinacional estadounidense rechazase tanto la oferta de Liberty como la de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). Alcoa ha culpado a Liberty de truncar las negociaciones al plantear «términos comerciales poco razonables» y cerró este lunes el periodo de consultas sobre el despido colectivo permanente para 534 trabajadores por el que, en el caso de llevarlo adelante, el comité de empresa amenaza con denunciar a la compañía.

La plantilla, que se ha movilizado durante las últimas semanas en favor de la continuidad de la histórica factoría de A Mariña Lucense, están llamados a la celebración de un acto de protesta que se desarrollará frente a la factoría de San Cibrao a las siete de la mañana de este martes.

ERTE en la antigua Ferroatlántica

Con un ERTE ya sobre la mesa se encuentran los trabajadores de Xeal (el nombre con el que el fondo TPG ha rebautizado el complejo de Ferroatlántica en Cee-Dumbría que adquirió el año pasado). Este entró en vigor el pasado 24 de septiembre y se aplicará entre los más de 200 trabajadores en plantilla en un movimiento que la compañía justificó por el «descenso continuado de la demanda desde principios de año» y la situación del mercado siderúrgico «agravada sustancialmente por la crisis económica» derivada del Covid-19, que ha provocado «la reducción de la producción de las compañías productoras de acero».

La medida, que se aplicará de manera rotativa, afectará cada mes en torno a un 30% de la plantilla y tiene como duración máxima un periodo de cinco meses, se ha topado con la oposición de los trabajadores. El comité de empresa entiende que en el contexto actual «ya no se dan las mismas causas» que se habían contemplado en febrero de 2019, cuando Ferroatlántica, la dueña por aquel entonces, pactó la medida con los sindicatos. 

Protestas en Alu Ibérica

Sin ajustes de empleo, pero en medio de de protestas se encuentra la última factoría que Alcoa vendió en Galicia: la de A Coruña. Más de un centenar de empleados se concentraron frente a la factoría de Alu Ibérica en A Grela el pasado jueves para expresar su repulsa por el expediente sancionador abierto al presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, así como para denunciar los, a su juicio, “incumplimientos” de Grupo Industrial RIesgo desde que el pasado mes de abril se hiciese con las riendas de la compañíaEntre ellos, la “desocupación efectiva” de los trabajadores y la ausencia del proceso de formación inicialmente pactado.

Los sindicatos piden al Gobierno que intervenga la empresa, mientras que desde Grupo Industrial Riesgo anunciaron este lunes la compra de un nuevo horno y la renovación de otro para permitir que Alu Ibérica eleve «la producción un 25% en su transición al aluminio verde».

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