Galicia cede el liderato del sector eólico tras el fiasco del concurso

Castilla y León, la primera productora de energía eólica en 2012, multiplica por seis los megavatios instalados en el sector gallego en el último lustro

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El sector eólico gallego ha pasado de ocupar una posición de privilegio en el Estado, referencia en energía generada y potencia instalada, a perderse en un grupo de cuatro comunidades, lideradas por Castilla y León, que produjeron casi el 70% de la electricidad de origen eólico consumida en España el pasado año. El dato sigue otorgando al viento gallego un espacio entre los más laureados, pero certifica un evidente declive respecto a glorias pasadas. En el año 2010, el sector eólico gallego fue el que más aportó al sistema eléctrico, una posición que mantuvo casi inalterable desde 2006, según los datos de Red Eléctrica. Solo Castilla-La Mancha, con más potencia instalada (3.806 megavatios frente a los 3.311 instalados en Galicia), podía competir entonces con el viento gallego.

Pasado el tiempo, el sector en Galicia se estancó. Y así continúa por el momento, mientras comunidades como Castilla y León o Andalucía experimentan un crecimiento sin precedentes. Lo corrobora un dato. En la comunidad castellano-leonesa se instalaron 2.176 megavatios de potencia en los últimos cinco años, seis veces más que los instalados en Galicia en el mismo periodo (348,6), según la información recogida por la patronal española del sector (AEE).

La enorme diferencia entre comunidades evidencia la parálisis del concurso eólico puesto en marcha por el Gobierno de Núñez Feijóo nada más llegar a la Xunta –junto al entonces conselleiro de Economía, Javier Guerra— para repartir 2.235 megavatios. Ahora la Xunta busca fórmulas para reactivar las inversiones de las eólicas, frenadas por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales defendido por el Gobierno gallego en los tribunales y por la inseguridad jurídica generada por la reforma energética impulsada José Manuel Soria para combatir el déficit de tarifa. Un escenario complejo y lleno de obstáculos en el que el liderato eólico de Galicia se ha ido diluyendo.

Auge y caída

El sector eólico gallego tenía en 2008 una potencia instalada de 2.973 megavatios, solo superada por Castilla-La Mancha, con 3.142. Ese año, Galicia aportó al sector eléctrico estatal 6.705 gigavatios, siendo la primera comunidad en producción de energía eólica. No fue algo nuevo. La producción gallega llevaba años liderando el sector junto al viento manchego.

Un lustro después, Castilla y León ha pasado de tener 157 megavatios menos instalados a sobrepasar en 2.210 megavatios la potencia instalada en Galicia, que ocupa el tercer puesto, por detrás de las dos castillas (Castilla-La Mancha tiene 3.806 megavatios). Esta situación tiene cierta equivalencia con los datos de energía producida, aspecto en el que el sector gallego mantiene mejor el tipo. De hecho, esta ha sido una de las principales defensas de la patronal gallega (EGA) ante los cambios normativos y las críticas a las renovables. En Galicia hay viento, por lo que los parques son más eficientes que en otras comunidades al poder generar energía durante más horas.

Sin embargo, incluso en este aspecto las eólicas han perdido posiciones. El año pasado, Galicia aportó al sistema eléctrico 8.066 gigavatios, muy lejos de los 11.350 de Castilla y León, y casi a la par con Castilla-La Mancha (7.944 gigavatios).

Entre las que menos crecen

En este triunvirato, formado por las tres comunidades con más potencia instalada, ha emergido con fuerza Andalucía, que instaló 1.468 megavatios en el último lustro, cinco veces más que Galicia. El sector andaluz tiene ya una potencia similar a la del gallego (3.263 megavatios) cuando hace unos años ni siquiera aparecía entre las potencias eólicas destacadas del Estado.

En este grupo de cabeza, formado por las cuatro comunidades con más de 3.000 megavatios de potencia instalados, Galicia es la que menos creció, con 348,6 mw instalados desde 2008. El parón más significativo se produjo en 2010. Ese año se instalaron en la comunidad 54,80 mw, al año siguiente ninguno, y el año pasado 31,4 mw.

Se acumulan los problemas

El frenazo ha provocado que comunidades como Catalunya o Comunitat Valenciana (por encima de los 1.000 mw instalados) doblen en potencia instalada en el último lustro a Galicia. El sector eólico gallego se mantiene, pese a todo, entre los destacados del Estado, pero urge una reactivación. Golpe a golpe, desde la anulación del concurso del bipartito a la suspensión de las primas a las renovables, ha frenado su desarrollo.

La Xunta, que ha mantenido tensas relaciones con la patronal eólica gallega, se ha puesto manos a la obra para sacar a flote el reparto eólico, anunciando bonificaciones del 92%, para rebajar el tipo a aplicar en las autorizaciones de los parques del 4% actual al 0,3%. Mientras, mira de reojo al Tribunal Supremo, donde prospera la demanda de Aucosa Eólica contra la anulación del concurso del bipartito que podría costarle millonarias indemnizaciones.

En el sector consideran que este proceso judicial solo afectará a la tesorería del Gobierno gallego si, finalmente, se ve obligada a recompensar a las compañías adjudicatarias en el reparto del bipartito. Pero siguen esperando medidas para sacar a las empresas de la actual parálisis. Desde la Asociación Eólica de Galicia ya han solicitado una reunión con el presidente de la Xunta, a quien pidieron hace tiempo que se enfrentase a las reformas normativas del Ministerio de Industria.

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