Fontenla mueve ficha y dice «no» al nuevo plan de Alvariño

El presidente de los empresarios coruñeses rompe su silencio respecto a la patronal para rechazar el gobierno colegiado propuesto por la dirección de la CEG y exigir que se aprueben ya las cuentas

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Antonio Fontenla ha confirmado esta mañana lo que todos intuían. Se opone al plan de José Manuel Fernández Alvariño para la Confederación de Empresarios de Galicia, la última bala del empresario vigués para mantener el orden actual en la patronal y cumplir su mandato, a cambio de ceder poder a las provinciales. Fontenla, que es el presidente de los empresarios coruñeses y vicepresidente de la CEG, ha sentenciado que el gobierno colegiado que propone Alvariño «no está previsto» en los estatutos de la patronal.

Es su manera de mostrar su rechazo a la propuesta y también un cambio respecto a la política de silencio que había mantenido hasta ahora el empresario en la batalla interna de la patronal. Fontenla presidió la CEG hasta que fue desbancado por Alvariño en la última de tres contiendas electorales. En ese tiempo, el distanciamiento entre ambos se hizo manifiesto. Son rivales, pero hasta este lunes, Fontenla había ejercido su oposición sin salir a escena.

Exige que se aprueben ya las cuentas

Este lunes sí que habló a preguntas de los medios antes de reunirse con el alcalde de Santiago en reunión institucional y no trajo buenas noticias para el presidente de la CEG. Lejos de apoyar la propuesta de una dirección colegiada y de que el secretario de la patronal elabore un plan de viabilidad, los presupuestos y las cuentas de manera consensuada, Fontenla exigió que se apruebe ya el balance.

«Hay que aprobar las cuentas y los presupuestos en su momento», zanjó, recordando que debían estar aprobados el 30 de junio. Luego, ha añadido, «se hablará de todo lo que sea». «Pero lo que nos gusta es que se cumplan los presupuestos, que son los que marcan la vida de la confederación», ha apostillado.

Bloqueo

En realidad, Alvariño buscaba con la propuesta una solución para desatascar las cuentas, bloqueadas, entre otos, por la oposición de los empresarios coruñeses. Sumados sus votos a los de la patronal lucense y varias sectoriales, acabaron con la posibilidad de aprobar los balances.

De esta manera, el presidente de la CEG no suma el suficiente consenso para sacar adelante los números. Y sin su aprobación, se enfrenta a una asamblea que podría reprobar su gestión y que debe celebrarse antes de que acabe el año. Fontenla ha sido el primero en manifestar públicamente su negativa al nuevo plan.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp