Fomento apela a Brufau para desbloquear el traslado de Repsol a Langosteira

El ministerio eleva al primer nivel las negociaciones ante la falta de acuerdo entre la petrolera y la Autoridad Portuaria de A Coruña

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La parálisis entre los negociadores para el traslado de la terminal petrolífera de Repsol al nuevo puerto exterior de Punta Langosteira es tal que el Ministerio de Fomento ha decidido tomar cartas en el asunto. El departamento de dirige Ana Pastor ha intensificado en las últimas semanas las gestiones y ha intentado elevar al primer nivel de decisión el asunto. Así, según fuentes de las negociaciones, Puertos del Estado, el organismo encargado de la supervisión de las autoridades portuarias de interés estatal, se ha dirigido directamente a Antoni Brufau, presidente de Repsol, para intentar desbloquear el traslado y acercar posturas, muy distantes actualmente, entre la petrolera y la Autoridad Portuaria de A Coruña.

Hasta la fecha, las gestiones para el traslado de Repsol se habían llevado desde la propia refinería, con el apoyo de su asesoría jurídica, por parte de la compañía, y por Enrique Losada, presidente, y su equipo, por parte de la autoridad portuaria coruñesa. De acuerdo con fuentes del ministerio, Brufau, ante la llamada de Fomento, habría remitido el encargo de la negociación a los mismos responsables que han llevado hasta ahora las conversaciones, con lo que apenas hay avances sustanciales en las últimas semanas.

Números de vértigo

Repsol puso en 2010 sobre la mesa sus números para abordar el traslado de las instalaciones petroleras de los céntricos muelles de A Coruña al nuevo puerto exterior, en Arteixo. La compañía mantiene abiertas desde entonces negociaciones con la autoridad portuaria coruñesa para firmar un acuerdo que permita llevar a cabo la mudanza y evitar para siempre en la entrada de la ría el tráfico de petroleros que surten a la refinería de Repsol, uno de los fines planteados cuando se diseñó el puerto exterior.

Las conversaciones tienen una exigencia inicial de 240 millones de euros para que la compañía asuma su traslado. Repsol incluye en esa cifra las indemnizaciones por tener que abandonar los actuales pantalanes antes de que caduque la concesión, en 2027, y el coste de parte de las obras. El presidente del puerto coruñés anunció por activa y por pasiva durante el año pasado que las negociaciones del traslado estarían resueltas antes de final de 2011, sin que desde entonces haya habido acuerdo alguno.

Exigencias

La exigencia de una indemnización tan alta por parte de Repsol es un planteamiento de máximos, que podrían rebajarse por dos vías: o bien ampliando de 20 a 30 años las prórrogas de las nuevas concesiones o rebajando las tasas anuales que, como primer cliente que es, la compañía abona a la Autoridad Portuaria. Esa reclamación de Repsol, que suma 240 millones de euros entre la indemnización y el coste de las obras, supondría en la práctica disparar hasta los 1.000 millones la inversión a acometer en el proyecto del puerto exterior de Langosteira.

La empresa petrolera sigue siendo clave para el futuro del puerto coruñés, a pesar del compromiso de Pemex de instalarse en Langosteira. Los graneles líquidos dejan unos ingresos cercanos a ocho millones de euros, y representan el 36% del total de la cifra de negocio de la Autoridad Portuaria. Aunque hay aceite y bioetanol (Abengoa), prácticamente todo el negocio de graneles líquidos corresponde a Repsol. El movimiento de mercancías de la multinacional energética representa más del 50% del total del puerto.

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