Fin de la guerra en Euroespes: el primer accionista lo vende todo

La familia Marchal cede el control de la mayor base de datos genéticos de España, que pasa a manos del equipo capitaneado por el doctor Cacabelos

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Los tambores de guerra que desde hace año y medio resuenan en la cúpula de la biotecnológica Euroespes, una de las cuatro gallegas que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), comienzan a apagarse. Cuando menos, eso se desprende de un movimiento societario decisivo, comunicado esta misma semana al MAB, y que acabará con el principal accionista de la compañía, Inversiones Portichol, cediendo el control de la mayor base de datos genéticos privada del mundo.

La empresa de la familia Marchal ha aceptado vender el 50,5% de Euroespes Biotecnología (Biotec) a la empresa matriz, Euroespes, con lo que la compañía, ahora presidida por el afamado doctor Ramón Cacabelos, pasaría a ostentar un 89,55% de la filial. Es decir, el control absoluto.

Biotec fue la codiciada pieza que desató la guerra entre Marchal y Cacabelos, incluido una amenaza de acciones de responsabilidad civil del segundo contra el primero. La filial, que acabó curso con un patrimonio de 2,5 millones y un resultado negativo de 763.000 euros, es clave para la matriz, ya que atesora la mayor base privada de datos genéticos de España, según apuntan fuentes próximas a la empresa, con cerca de 10.000 muestras y referencias.

El destino de Portichol

Rodrigo y Patricia Marchal, hijos del que fuera propietario de Leche Celta, Antonio Marchal, mantenían hasta la venta el 50,5% de las acciones de Biotec. Con la venta, han reducido su participación a cero. Junto a Euroespes, que ahora se hace con el control de casi el 90% de los títulos, conservan acciones de la filial Caja Soria y distintos accionistas minoritarios.

Queda por saber qué hará Inversiones Portichol con la participación que ostenta de la matriz Euroespes, un 23%, una vez que ha vendido toda su participación en la principal filial del grupo. Según informaron fuentes próximas a la empresa, la familia Marchal estaría también dispuesta a vender su porcentaje de la compañía, que encontraría comprador entre los principales accionistas de la biotecnológica, entre los que está Cacabelos, con un 12%.

Cacabelos rubrica la victoria

El presidente del consejo de administración, Ramón Cacabelos, firmó el hecho relevante que certificaba la venta, dejando un significativo mensaje en las últimas líneas: “Con esta operación, Euroespes consolida el grupo poseyendo la mayoría absoluta, lo que permitirá obtener el control de la gestión de la compañía, motivo esencial para proyectar nuevos planteamientos que redundarán en fortalecer el valor patrimonial (…)”. Y finaliza: “Todo ello redundará en: mayor estabilidad, crecimiento, rentabilidad, innovación, competitividad y seguridad de los nuevos accionistas e inversores”.

El afamado doctor, actual presidente del consejo, llegó a ser apartado de la compañía con sede en Bergondo en abril de 2013, para ser repuesto después con la ayuda de un accionista minoritario, Caja Soria. Las cuentas de ese ejercicio fueron un poema, casi literalmente. En el informe de gestión, Euroespes, ya con Cacabelos a los mandos, dejó constancia de que durante su ausencia reinó poco menos que el caos, con un “gran desorden administrativo, económico, financiero y de gestión”.

“Estos hechos han llevado a la sociedad a un riesgo de gran magnitud”, que se ha visto reflejado en los resultados del primer semestre, en el “funcionamiento interno”, en las relaciones de la empresa con empleados y proveedores, y en la imagen exterior de la compañía, aseguraban en la información remitida al MAB.

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