Ferroatlántica, otra ‘damnificada’ de Soria con beneficios millonarios

Las fábricas gallegas son unas de las más rentables del grupo, aunque la plantilla advierte de los riesgos del nuevo sistema de regulación eléctrica de Industria

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La nueva subasta de servicios de interrumpibilidad (las primas que el Gobierno da las grandes empresas por parar el consumo en picos de gran demanda de electricidad) puesta en marcha por el Ministerio de Industria de José Manuel Soria ha desatado una oleada de reacciones sin precedentes en Galicia. Dos de las compañías que han fracasado en la primera puja, Alcoa y Megasa, han iniciado procedimientos de despido colectivo en sus plantas gallegas. La primera está dispuesta a cerrar la factoría que tienen en A Coruña si las tornas no cambian y la segunda ha anunciado un ERE en su factoría en Narón. No son, sin embargo, los únicos grupos afectados, aunque sí los que han decidido poner en marcha medidas más contundentes.

Entre las grandes compañías que operan en la comunidad y que se han visto afectados por la subasta eléctrica se encuentra el gigante Ferroatlántica, de Juan Miguel Villar Mir. La metalúrgica del grupo cuenta con tres fábricas en Galicia, la de Sabón (Arteixo) y las Cee y Dumbría. Ya a mediados de este año, la compañía advertía de que, al menos por ahora, el crecimiento y las inversiones se harían fuera, a causa de la tarifa eléctrica.

Ahora, puesto ya en marcha el nuevo sistema de subastas de Soria, la situación de Ferroatlántica dista mucho del escenario que plantean Alcoa o Megasa, aunque la plantilla explica que con una regulación como la actual, el escenario pinta negro. La compañía «no hace declaraciones» acerca de su participación en la primera subasta eléctrica de Red Eléctrica de España. Tampoco confirma ni desmiente que vaya a acudir a la segunda, que tendrá lugar este diciembre, previsiblemente.

Alcoa, su cliente

Los representantes sindicales de Ferroatlántica en Galicia sostienen que el grupo de Villar Mir sí ha conseguido paquetes tarificados de interrumpibilidad en la primera puja, y que no se presentará a la segunda. El grupo no ha manifestado ningún peligro a los trabajadores, pero son conscientes de que el nuevo reparto eléctrico no los beneficia. No sólo porque, por ejemplo, Alcoa A Coruña, sobre la que pesa el riesgo de cierre, es uno de los principales clientes de la factoría de Sabón, sino porque «el sistema no es competitivo».

Francisco Javier Blanco, de UGT, explica los temores de la plantilla. «No nos han dicho nada, ni tememos un expediente como en otras empresas, pero el sistema no es competitivo. Si Industria lo mantiene, el año que viene tendremos el mismo problema», comenta. Aunque sin datos oficiales, cree que el nuevo método del ministerio puede introducir unas pérdidas de tres millones en la cuenta de resultados por este concepto. «Y sabemos que en este sector las cosas son cíclicas, puedes tener un año muy bueno y al siguiente ir muy justo, y si por encima tienes que hacer frente a esto…», comenta. «Es necesario otro marco regulatorio para la interrumpibilidad, porque este no es equitativo, unas empresas, aun siendo del mismo grupo, tienen que pelear con otras», argumenta.

Fábricas rentables

Y eso, que desde la plantilla tienen claro que las fábricas gallegas son de las más rentables del grupo. Grupo Ferroatlántica acabó el 2013 con unas ventas que superaron los 1.100 millones de euros, frente a los 1.150 millones sumados el pasado año. El resultado del ejercicio fie de 16,6 millones de euros frente a los 26,9 millones de un año antes.

La división de electrometalurgía de la sociedad Ferroatlántica SAU, que engloba a las tres fábricas gallegas, además de la de Boo, en Cantanbria, obtuvo un resultado de 17,4 millones de euros, con lo que estableció como una de las filiales que aporta mejores resultados al grupo.

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