Fernández Tapias, Jove, Adolfo Domínguez… Los otros gallegos en México

Más allá del controvertido negocio entre Pemex y Barreras, México se ha convertido en un territorio clave para la expansión del empresariado gallego

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En los últimos años, México se ha convertido en un mercado clave para muchas empresas gallegas. Los datos provisionales de la Secretaría de Estado de Comercio indican que en 2019 la comunidad realizó exportaciones al país azteca por valor de 235 millones de euros. Las importaciones sobrepasaron los 738 millones. Un año antes, en 2018, Galicia concentró el 5,5% de las exportaciones españolas al país americano y se convirtió en el quinto proveedor español del territorio por detrás de Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana y Madrid.

Al margen de estos datos, en las últimas semanas, los negocios entre la comunidad gallega y México han acaparado el foco mediático debido a la investigación que el país liderado por Andrés Manuel López Obrador tiene en marcha sobre la gestión de la petrolera estatal Pemex, que, en la actualidad, mantiene el 51% de las acciones del astillero vigués Hijos de Barreras.

El caso Pemex

El pasado 13 de febrero, la Fiscalía General de México confirmaba la detención, en suelo malagueño, de Emilio Lozoya, el que fuera director general de la petrolera estatal Pemex entre los años 2012 y 2018 (durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto). Detenido en el marco de una investigación sobre una supuesta red de sobornos con la firma brasileña Odebretch, el exalto cargo de la compañía paraestatal es conocido en Galicia por ser el directivo que firmó la compra de la mayoría del astillero vigués Barreras, una transacción apadrinada por la propia Xunta de Galicia.

En 2012, Pemex y el Gobierno gallego anunciaban la firma de dos contratos para la construcción de dos buques floteles: uno sería construido por Barreras y el otro por Navantia. Algo más de un año después, y a propuesta del propio Lozoya, el consejo de administración de PMI (filial de la petrolera) aprobó la compra del 51% del astillero por 5,1 millones de euros. Los directivos de Pemex anunciaron varios contratos más (un atunero, tres buques-tanque y otras tres unidades sin concretar) que nunca llegaron a realizarse.

El naval

No obstante, al margen del cuestionado negocio entre entre Pemex y Barreras, lo cierto es que la comunidad gallega también cuenta con empresas y empresarios que en los últimos años han engordado su fortuna en suelo azteca. 

Es el caso de Fernando Fernández Tapias. Reconocido empresario del naval, en estos momentos, y a tenor de las cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, parece que sus negocios en México tienen más lustre que los españoles. Allí cuenta con varias sociedades.

De Naviera F Tapias Galicia cuelgan distintas sociedades, varias radicadas en el país mexicano, como F Tapias México, F Tapias México II, F Tapias México Vigo, F Tapias México Monforte de Lemos y F Tapias México Management. Si bien la naviera del conocido empresario pontevedrés cerró el ejercicio 2018 con unas pérdidas de 2,5 millones de euros frente a los beneficios de 3 millones obtenidos un año antes, sus empresas mexicanas semejan las más rentables (llegó a ser, de hecho, proveedora de Pemex). Así lo indicaba en su propia cuenta de resultados, en la que destacaba que “las sociedades mexicanas evolucionan de forma satisfactoria” y podrían repartir dividendos en 2019.

En las cuentas de 2018, el grupo F Tapias Galicia explicaba que la intención del naviero gallego era de la de suscribir íntegramente a través de esta sociedad una emisión de obligaciones convertibles en acciones por importe de 20,5 millones de la filial F Tapias México II, desde la que desarrolla parte de su negocio en el país azteca. Lo hace, asegura, “debido a las buenas perspectivas en el mercado del Golfo de México”. Con esta operación, indica, reforzaría los recursos de la compañía mexicana y reestructuraría su activo, algo que, a la vez, contribuirá a mejorar los resultados de todo el grupo.

Territorio abonado del textil gallego

Pero, al margen del naval, México también se ha convertido en una plaza fundamental para el textil gallego, tanto para Inditex como para los Domínguez. 

Hace un año (últimos datos oficiales), la compañía de Amancio Ortega contaba con 414 tiendas de sus distintas cadena en México. Con una plantilla de 7.137 personas, la contribución del mercado mexicano al resultado del grupo antes de impuestos fue de 116 millones de euros.

Su implantación en el país de López Obrador se refleja claramente en la red de sociedades que tiene allí radicadas, con unos fondos propios que suman 170 millones de euros: Zara México (14 millones), Oysho México (12 millones), Massimo Dutti (40 millones), Pull and Bear (22 millones), Uterqüe (4 millones), Bershka México (15 millones), Zara Home (11 millones), Zara Home México (11 millones), y las sociedades de venta al público Robustea México (22 millones) y Tempe México (10 millones). 

El mejor mercado de Adolfo Domínguez

Aunque con magnitudes mucho menores que las del imperio Inditex, México se ha convertido en el mercado más rentable de Adolfo Domínguez. En 2018, el resultado antes de impuestos del grupo ourensano en el país sudamericano fue de 5 millones de euros. Los últimos datos hechos públicos por el histórico grupo del modisto ourensano revelan que en noviembre del pasado año, la compañía contaba con 131 puntos de venta entre directos y franquiciados (para ver la magnitud, hay que tener en cuenta que suma 202 en toda Europa). En los nueve primeros meses de su año fiscal, Adolfo Domínguez sumó ventas por valor de 76,6 millones de euros, de las que México aportó 12,4 millones, un 7% más que en el mismo período del pasado ejercicio. 

Adolfo no es el único de los Domínguez que apuesta por el mercado azteca. Bimba y Lola, la textil de sus sobrinas Uxía y María, opera en el el país americano mediante tres sociedades: Bimba y Lola Import México y Bimba y Lola Servicios México y Bimba y Lola México.

También Lonia, el imperio de los hermanos del modisto que popularizó la arruga (Jesús, Josefina y Francisco Javier), tiene en México un mercado de referencia. La compañía que comercializa las marcas de Carolina Herrera y Purificación García está al alza: el pasado ejercicio incrementó sus beneficios en un 30%, hasta rozar los 40 millones de euros y elevó su facturación en casi un 11%, hasta los 290,7 millones.

Lonia también habla mexicano

Si bien España continúa siendo el primer mercado de Lonia, su crecimiento en el continente americano, territorio por los que ha decido apostar en su busca de las ‘ciudades del lujo’, es notable. Según la memoria del ejercicio 2018 presentada ante el Registro Mercantil, las ventas en el territorio español se incrementaron en cuatro millones de euros, hasta los 138 millones, lo mismo que el resto de Europa, donde, con un incremento similar, suma ventas por valor de 18,8 millones de euros. El crecimiento más significativo, no obstante, lo computa en América (con especial incidencia en México), donde sus ingresos se elevaron en un 31%, de los 69,1 a los 90,9 millones de euros. 

De las once filiales que la compañía de los hermanos Domínguez tienen repartidas por el mundo, seis acabaron el ejercicio con beneficios. Destaca especialmente la radicada en México, que acuñó unas ganancias de casi 4 millones de euros, seguido de la sociedad en Portugal, que obtuvo un resultado positivo de 2,4 millones.

Jove y el ladrillo

También en México se ha convertido en foco de atención para el ladrillo español desde hace años. En la actualidad, Inveravante, el holding de Manuel Jove cuenta con tres desarrollos allí. El primero (el que, a priori, presenta más complicaciones) en Ciudad de México, el segundo en San Felipe y el tercero en Cancún.

Inveravante tiene adjudicadas desde hace años la construcción del Centro de Transferencia Modal (Cetram) de Chapultepec, presupuestado en 240 millones de euros. En la actualidad, las obras, cuyo principal objetivo es realizar un intercambiador de transporte, se encuentran paralizadas, ya que el Ejecutivo (liderado por Claudia Sheinbaum, muy ligada a López Obrador) tiene en proceso de revisión y modificación no solo este proyecto sino de otros seis más de similares características adjudicados por la anterior administración.

Cara y cruz 

En San Felipe, zona bañada por el Golfo de California, Jove cocina desde años el macrocomplejo de lujo Marinazul Golf & Resort. Al contrario de lo que ocurre con la obra de Chapultepec, este desarrollo urbanístico cuenta con el apoyo total de las autoridades, que lo consideran «prioritario» para la reactivación económica de la zona.

El complejo proyectado tiene una extensión de 1.200 hectáreas y una superficie total de 1,6 millones de metros cuadrados edificables para usos residenciales y terciarios. Contará con hoteles, áreas residenciales y de recreo y zonas comerciales y deportivas, con campos de golf y ecuestres. La obra proyectada consiste, además, en la construcción de dos marinas, una interior con áreas de servicio en la zona contigua al desarrollo turístico-residencial y otra exterior, separada de la costa en forma de isla y conectada a la marina interior. Además según su página web, Inveravante también tiene otro desarrollo residencial de lujo en la turística zona de Cancún.

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