Eroski, lejos de los números para pagar la deuda y con Amazon amenazando

Las franquicias y el modelo 'contigo' de productos frescos no logran aumentar los ingresos, mientras que el flujo de caja se reduce a la mitad

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Eroski, el grupo de distribución vasco que da empleo a casi 34.000 trabajadores, ha presentado los datos al cierre del primer semestre –el que cierra a 31 de julio–, con unos números que todavía resultan insuficientes para poder encarar la devolución de 2.600 millones hasta 2019.

Para ello, necesita generar un ebitda positivo recurrente de un mínimo de 300 millones de euros anuales, y no acaba de lograrlo, quedándose hasta julio en 95,4 millones. Y ahora, por si fuera poco, una amenaza se cierne sobre el grupo vasco y el resto de grandes distribuidoras, como es el inicio por parte de Amazon, el líder mundial del comercio electrónico, de la venta ‘online’ en España de productos alimenticios no perecederos.

La incidencia de Amazon, solo puede ser negativa

Habrá que esperar unos meses para ver la incidencia que esta iniciativa tendrá sobre las cuentas de las distribuidoras españolas. Pero, sea la que sea, sobre las de Eroski pueden resultar muy negativas, teniendo en cuenta los escasos márgenes con los que ahora se está moviendo, con ingresos de 2.576 millones entre febrero y julio, ligeramente por debajo de los obtenidos un año antes.

Datos que evidencian que la estrategia de impulsar franquicias y vender productos frescos a través del modelo ‘contigo’ no acaba aportar los rendimientos esperados. Algo que la propia empresa reconoce al señalar que aunque «el entorno macroeconómico comienza a mostrar signos de reactivación, en lo que a mercado de alimentación se refiere el crecimiento es cercano a cero».

Condiciones exigentes de los acreedores

Y es que, aunque sus responsables, con su presidente Agustín Markaide, respiraron aliviados hace un año con el acuerdo de reestructuración de 2.600 millones de deuda alcanzado con el 85% de sus acreedores, de manera que el principal no se amortice hasta 2019, la ‘letra pequeña’ escondía una serie condiciones relativas a esa generación recurrente de recursos, que, en el fondo suponen todo un lastre. De momento, hasta julio ha logrado amortizar 70 millones.

Cojamos el tramo de deuda ‘senior’. Suman 800 millones, vinculados a la generación de caja con unos intereses que oscilarán entre el 2,5% y el 5%, en función del tiempo que se tarde ese importe en amortizar.

El cash flow se evapora

Pues bien, entre enero y julio la cadena vasca de distribución ha visto cómo ese flujo de caja no solo no aumenta respecto a 2014, sino que retrocede casi a la mitad. De 124 a 64 millones de euros. Básicamente por los casi 50 millones que el pasado año se apuntaba como ‘acreedores comerciales y otras cuentas a pagar’, concepto  reducido a 67.000 euros.

Otro tramo de la deuda, de 300 millones, se relaciona con las desinversiones, como las llevadas a cabo en la región centro-sur, cuyas ventas a pérdidas han sido las principales causantes de que el grupo Eroski perdiera 27 millones hasta julio, debido a los 17 perdidos por estas operaciones discontinuadas. La causa, que el grupo DIA solo se quedó con 144 de los 155 supermercados inicialmente previstos y pagó por ellos 135,3 millones de euros.

Hasta julio, el saldo de activos no corrientes mantenidos para la venta hace referencia a 4 supermercados pendientes de entregar. Durante el primer semestre de 2015, la dotación neta a pérdidas por el deterioro de estos activos fue de 4,1 millones.

A partir de aquí, estaría la deuda no estructural, de 942 millones de euros. El tramo que se antoja más difícil de devolver al estar ligado a la mejora del ebitda y al cumplimiento del plan negocio. Y quedarían otros 563 millones de euros de deuda inmobiliaria, un tramo que no drenará recursos del grupo Eroski y que queda supeditado a los resultados de esta actividad.

El valor de Caprabo, siempre en entredicho

Por lo demás, lo que sí ha logrado el grupo Eroski en los seis primeros meses del año es reducir en 120 millones la diferencia entre el valor del pasivo con el del activo. Aunque, como siempre, cuando se habla de este asunto, hay que poner en cuarentena los casi 1.400 millones que se apunta en el activo como fondo de comercio. Básicamente, el que recoge el supuesto valor de Caprabo, y que hoy estaría muy lejos de esa cantidad.

De cara a seguir ahondando en la nueva estrategia comercial, entre febrero y julio Eroski ha invertido casi 45 millones de euros en transformar 61 establecimientos para adecuarlo al modelo ‘contigo’, de dar más peso a la venta de productos frescos y de temporadas, y en apoyar la apertura de 52 tiendas franquiciadas.

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