Endesa tira la toalla en Argentina

La eléctrica está dispuesta a abandonar su negocio de distribución en Buenos Aires

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Endesa está cansada de la inacción del Gobierno de Argentina en todo lo referente al negocio de distribución eléctrica. La compañía, controlada por la italiana Enel, tira la toalla con Edesur, la empresa que lleva la luz a la zona sur de Buenos Aires. Tras varias reuniones con el Ejecutivo de Cristina Kirchner durante los últimos meses, Endesa lo único que ha recibido son falsas esperanzas. Al final, el Estado ha decidido intervenir Edesur por falta de pagos.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) ha designado a Luis Barletta como inspector de Edesur por 45 días para controlar la normal prestación del servicio de distribución de energía, según ha informado el Ministerio de Planificación Federal.

El regulador “fiscalizará y controlará todos los actos de administración habitual para salvaguardar la normal prestación del servicio público de distribución de energía eléctrica«. En los últimos meses, los cortes de electricidad en la red del sur de Buenos Aires eran continuos. Edesur no daba abasto con tanto apagón ya que las infraestructuras eléctricas son antiguas, e incluso son saboteadas por los clientes.

Mal negocio

La situación es insostenible tanto para la distribuidora de Endesa como para el Gobierno de Kirchner, que al igual que hizo con la petrolera YPF, filial de Repsol, decidió tirar por la calle de en medio e intervenir la compañía. Aún con eso, los cortes eléctricos siguen sucediéndose en la capital argentina.

Endesa, como otras eléctricas que tienen distribuidoras en Argentina, lleva varios años negociando con el Gobierno para poner fin a las continuas pérdidas que genera el negocio eléctrico. Tanto Néstor Kirchner como su viuda Cristina Fernández han mantenido las tarifas eléctricas desde 2002. Esta decisión ha hecho que el negocio haya entrado en pérdidas en los últimos años.

En el caso de Edesur, la compañía ha triplicado sus pérdidas en el primer trimestre del año. La distribuidora arrojó unas pérdidas netas de 140,6 millones de pesos (casi 25 millones de euros), un 278% más que en el mismo periodo de 2011.

No hay dinero

Las negociaciones de Endesa y el Gobierno de Kirchner, a las que acudió el consejero delegado de la eléctrica, Andrea Brentan, fueron bastante cordiales aunque no se llegaba a ningún punto de acuerdo. Ni el Gobierno iba a subir la tarifa ni la compañía iba a seguir realizando más inversiones.

Fuentes de Endesa han asegurado que en 2011 se batió el récord de inversiones en el país con la confianza de que el Gobierno aumentara las tarifas para hacer algo rentable el negocio y mejorar así el servicio a los millones de ciudadanos de Buenos Aires.

Provisionado

Por si fuera poco, la petrolera brasileña Petrobras ya anunció hace unas semanas que ponía a la venta su participación minoritaria en Edesur ya que se trataba de un negocio no rentable para el gigante energético.

La eléctrica está dispuesta a dejar Edesur en estas condiciones. La intervención es la gota que ha colmado el vaso. Endesa ya ha provisionado por si finalmente abandona la distribución eléctrica en el país austral. Argentina supone solo un 4,7% del negocio latinoamericano de la compañía, que seguiría en generación con las centrales hidroeléctricas de Dock Sud y El Chocón, además de la térmica Costanera.

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