Encierro y desalojo de los trabajadores de Povisa

Trabajadores del hospital vigués Povisa han protagonizado este lunes un encierro en el edificio administrativo de la Xunta. En ese mismo escenario, presentaron la semana pasada una convocatoria de huelga indefinida a partir del 19 de agosto para protestar contra la «imposición del convenio provincial» que se aplica al no haberse llegado a un acuerdo en las negociaciones del convenio propio.

El nuevo acto de protesta tenía como objetivo pedir al Gobierno gallego que se «implique» en el conflicto laboral. Un grupo de trabajadores solicitó una entrevista con la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, a fin de pedirle que “frene los abusos patronales», teniendo en cuenta que Sergas tiene un concierto con este centro privado. Sin embargo, al no ver atendidas sus demandas, comenzaron el encierro. Horas después, fueron desalojados por la Policía.

Convenio propio y convenio colectivo

Los trabajadores rechazan la aplicación del convenio provincial del sector de la sanidad privada pues, según denuncian, supondrá descensos salariales y pérdida de otras conquistas del convenio propio.

Según el comité de empresa, la oferta de Povisa rebaja entre 200 y 400 euros las retribuciones recogidas en el convenio propio y reduce los días de libre disposición.

También acusan a la empresa de haber querido incluir aspectos sobre reducción de jornada y horarios que perdió en los tribunales.

Conflicto privado

Por su parte la Xunta explica que la orden de desalojo estuvo motivada porque las personas que participaban en la movilización estaban irrumpiendo en el normal funcionamiento de las instalaciones, puesto que se encontraban concentrados en la zona de registro.

Asimismo, fuentes del Gobierno autonómico mantienen que el de Povisa es un «conflicto» privado de carácter laboral entre los trabajadores y la empresa.