Ence se da un festín en bolsa tras anunciar el ERE en Huelva

Las acciones de la pastera se revalorizan casi un 14% en dos días

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El capital no entiende de emociones. Ence dio esta semana una mala noticia. Dejará de producir celulosa en Huelva, uno de sus tres plantas en España junto a la pontevedresa de Lourizán y la asturiana de Navia. Presenta un procedimiento de despido colectivo para 294 empleados del complejo andaluz y se propone convertirlo en un centro de energía renovable, un espacio de referencia para la producción con biomasa. Desde que la pastera comunicó a la CNMV tales intenciones sus acciones se revalorizaron un 13,6%. ¿Cómo es posible?

En realidad, la compañía ya había anunciado en febrero de este año que la planta andaluza estaba en peligro a causa de la reforma energética, que impactó decididamente sobre sus plantas de cogeneración de energía y el rendimiento de sus parques de renovables. Los inversores lo identificaron como un problema y hasta no conocer la solución de Ence al entuerto la castigaron en bolsa. Los títulos fueron en declive casi desde el inicio del año. Comenzaron 2014 con una cotización de 2,7 euros y este jueves, cuando la compañía anunció el ERE en Huelva, se intercambiaban a 1,7 euros.

Draghi también ayudó

Como si en lugar de plantear un despido colectivo, Ence se sacase de encima un lastre, los inversores celebraron la reestructuración de su centro andaluz. El mismo jueves la acciones empezaron a cotizar al alza hasta cerrar sesión en un valor de 1,81 euros. Y el viernes continuó la fiesta. Los títulos se dispararon un 9,12% y alcanzaron un precio de 1,975 euros, el máximo desde junio.

También influyó en la subida el anuncio del Banco Central Europeo, que rebajó los tipos de interés hasta el 0,05% el mismo día que Ence comunicaba su cambio de rumbo en Andalucía.

¿Y qué pasa en Galicia?

No está nada claro cómo afectará el viraje de la compañía a Galicia, y, en concreto, a Pontevedra. La planta de Lourizán sigue pugnando para lograr la prórroga de su concesión, a priori, con la Xunta en contra y fuerte oposición social a sus instalaciones en la ría. La incertidumbre ha hecho que las inversiones en la fábrica gallega, que las necesita con cierta premura para ser competitiva, se paralicen, en beneficio de la planta asturiana de Navia.

La lógica dice que el enclave asturiano es el gran beneficiado. Allí tiene Ence la certidumbre de la continuidad, un plan de inversiones en marcha y varias ventajas de las que carecía en Huelva. Por ejemplo, para el transporte de madera, pero también por el mayor tamaño de la planta. Las instalaciones gallegas son también excelentes, pero sin prórroga en la concesión, las inversiones se marcharán al territorio vecino.

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