El turismo rural tocará fondo otra vez en 2013

La previsión del sector es acabar con el año con una ocupación cercana al 15%, cinco puntos por debajo del año pasado

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El modelo de gestión y promoción del turismo rural lleva tiempo a debate. Los profesionales acumulan ideas para una transformación que en el sector piden a gritos. Las casas han colisionado con la crisis económica, la caída de precios en los hoteles, la estacionalidad y la contracción del movimiento de visitantes en el mercado interior, es decir, los turistas procedentes de territorio estatal.

Estos asuntos llevan tiempo barajándose en las distintas agrupaciones del sector gallego, junto a la necesidad de coordinar esfuerzos, buscar sinergias con balnearios y hoteles y dotar de contenido a las estancias con un buen programa de actividades. Están buscando soluciones para ofrecer más de lo que ofrecen y de manera distinta, una renovación que necesitan para frenar cuanto antes el descenso en la afluencia de visitantes.

El verano en el sector ha sido malo. Al margen de la primera quincena de agosto, donde los establecimientos mejoraron considerablemente la ocupación, el resto de la campaña veraniega ha empeorado las cifras del pasado año. Los primeros balances hablan de una caída cercana al 9%. A la espera de tener datos cerrados, la estimación que hacen desde Fegatur, la Federación Gallega de Turismo Rural, es que la mayoría de propietarios acabaran el año con una ocupación media en torno al 15%. Algo insostenible, teniendo en cuenta que hace un año se llegó al 20% de ocupación y no se evitaron los cierres parciales de establecimientos.

Transformación

La Asociación de Autónomos de Turismo Rural (Autural), que agrupa a propietarios de todo el Estado, hizo saltar las alarmas hace unos días advirtiendo que la ocupación había descendido este verano a pesar del esfuerzo de los establecimientos para rebajar los precios. Pidió mejoras a nivel fiscal para aliviar a los propietarios y la puesta en marcha del Plan de Promoción del turismo rural en el exterior. En Galicia, la petición es distinta pero los problemas similares.

Enfrascadas en estos momentos en el Outono gastronómico, un programa para combatir la estacionalización que está dando buenos resultados año tras año, las casas rurales gallegas piden un cambio. En Fegatur abogan por sentarse con la Xunta para poner en marcha un plan de desarrollo a medio y largo plazo. “Hay que dejarse de campañas publicitarias esporádicas y hacer una programación conjunta a tres y cinco años, promocionando Galicia entre todos”, explica Cesáreo González, el presidente de la federación.

Esta sería la idea seminal. A partir de aquí hay numerosas propuestas. Por ejemplo, potenciar el turismo de la Ribeira Sacra, un emplazamiento paisajístico magnífico y muy atractivo en todo el Eixo Atlántico, o desarrollar programas conjuntos con el turismo rural portugués. Pero los propietarios reconocen que para ello necesitan la colaboración de la administración, no tanto en el aspecto financiero como en el diseño técnico de las actuaciones. La otra posibilidad es que el germinal Clúster de Turismo de Galicia les otorgue fuerza y recursos suficientes para desarrollar los programas desde la propia entidad.

La historia se repite

Mientras tanto, la situación será muy similar a la del año pasado. Las casas rurales no echan el cierre porque gran parte de los propietarios viven en ellas. Pero para evitar el gasto en energía y combustible frenarán su actividad durante los meses de menor llegada de visitantes.

Los propietarios reconocen que no compensa abrir el establecimiento para tener ocupadas una o dos habitaciones. El gasto de calentar toda la casa supera a los ingresos.

Excepciones

Pese a todo, siguen existiendo espacios en el turismo rural que viven ajenos al descenso general de visitantes. El Camino de Santiago sigue marcando la pauta. Las casas situadas en la ruta francesa, según datos todavía provisionales de Fegatur, están marcando una media cercana al 70% de ocupación. El camino portugués ha sido el que más ha crecido, llegando cerca del 50%.

Junto a los establecimientos que aprovechan el atractivo de la Ruta Xacobea, las casas rurales de la Costa da Morte han sido las que mejor han capeado las malas cifras. Son las excepciones a una situación mala que, además, empeora.

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