El pozo sin fondo de Xestur: 100 millones de la Xunta en dos años

El Ejecutivo autonómico ha realizado cuatro ampliaciones de capital desde 2014 para amortizar una deuda que ronda los 200 millones de euros

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Xestión de Solo de Galicia Xestur, S.A, la sociedad resultante de la fusión de los cuatro xestures provinciales, se creó con la idea de simplificar la estructura de la empresa pública y, al mismo tiempo, de ahorrar costes para contribuir a reducir la deuda. A pesar de ello, desde que se creó en 2014, la Xunta ha desembolsado más de cien millones de euros a tapar unos agujeros cuyo origen se remonta a la época del bipartito, señalan desde el Ejecutivo gallego.

La primera ampliación, de 32 millones de euros, tuvo lugar en marzo de 2014, al poco de producirse la integración de los cuatro entes de gestión del suelo. Apenas tres meses después, en junio, otros 31 millones salieron de las arcas autonómicas con dirección a la empresa pública, una cantidad similar a la que transferiría en diciembre de 2015. Todas estas operaciones han provocado que el peso de las diputaciones en el capital de Xestur se haya diluído hasta quedar en participaciones casi anecdóticas.

Culpa del bipartito

El último movimiento, que recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil en su edición de este lunes, ha sido una ampliación por 12,4 millones de euros fechada el 26 de abril. Desde la Xunta apuntan que servirá para hacer frente a la amortización del préstamo concedido por Abanca para financiar la deuda que, según consta en los presupuestos autonómicos para 2016, se situa en los 194 millones de euros.

El Gobierno gallego achaca este pasivo a la gestión «irresponsable» del gobierno bipartito, que utilizó a Xestur para financiar el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) mediante la adquisición de suelos residenciales, como los del Parque Ofimático de A Coruña u O Bertón en Ferrol, así como otros de uso industrial, como la Plataforma Logística Salvaterra-As Neves (Plisan) en el entorno de Vigo.

Gran parte de esos suelos, junto a los polígonos industriales desarrollados durante los años de la burbuja inmobiliaria, hacen que la cartera de terrenos de Xestur esté a rebosar. Ni siquiera tirando los precios, como ha hecho, es capaz de genrerar los ingresos suficientes para cubrir sus deudas, lo que le coloca en una situación complicada.

Menos deuda e intereses

Pero no todo son malas noticias. Como apuntan desde la Consellería que dirige Ethel Vázquez, la Xunta ha conseguido que la ampliación suscrita en septiembre y aprobada en junta en el mes de mayo sea de 12,4 millones y no de 30, como estaba inicialmente previsto.

Esto se debe a la renegociación del préstamo sindicado para hacer frente a la deuda, firmado inicialmente con diez entidades a un interés de Euribor 5, y posteriormente solo con Abanca u al Euribor 0’94. Con ello, los costes financieros se reducen en 14 millones de euros.

También se consiguió rebajar el volumen de deuda un 25% entre 2014 y 2015, concretamente en 45,2 millones de euros, aunque para ello el Ejecutivo gallego ha tenido que inyectar más de 90 millones en varias operaciones acordeón. Lo mismo sucederá con esta nueva ampliación y con las venideras porque, de seguir así la cosa, la empresa pública va a necesitar que mamá Xunta le siga pagando los excesos.

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