El otro frente abierto de la patronal: pagar al bufete de abogados que despidió Alvariño

Negocia con Ágora Abogados,que llevó los servicios jurídicos de la CEG durante 14 años, los costes asociados a la rescisión del contrato, tras el que se fichó al despacho Garrigues

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El proceso de revisión y externalización de servicios que llevó a cabo José Manuel Fernández Alvariño a su llegada a la Confederación de Empresarios de Galicia tiene algún fleco suelto. El bufete de abogados que llevó durante 14 años los servicos jurídicos de la patronal fue relevado para dar entrada al despacho de Garrigues. Se rescindió el contrato en vigor con Ágora Abogados, con sede en la santiaguesa avenida de Lugo, que incluso dejó de asesorar en procedimientos en curso, como la reclamación que había cursado la patronal dirigida por Fontenla contra el Igape por no asumir parte de los costes de la red exterior.

El problema está ahora en la reclamación de los pagos pendientes por parte del bufete. La cuantía es elevada ya que gestionó procedimientos judiciales civiles y penales, desde el escándalo de la etapa de Antonio Ramilo hasta los últimos años de Fontenla. Ágora Abogados pasó una minuta a la patronal para zanjar el asunto pero la nueva directiva la rechazó. Las conversaciones, informan en la patronal, continúan, aunque lo más probable es que se resuelvan a través de una demanda de conciliación. De no ser así, a Ágora abogados le quedará la opción de demandar a la CEG.

Continúan los ataques

En los círculos críticos de la Confederación de Empresarios, en plena efervescencia tras las elecciones a la patronal de Pontevedra, critican el cambio de cromos como una muestra de discreccionalidad de la dirección y aluden a una vinculación entre Garrigues y Fernández Alvariño.

En la CEG el discurso no cambia. Niegan que exista algún tipo de vínculo entre el presidente de los empresarios y no hay por qué no creerles. El propio Alvariño reconoció que dos de sus empresas facturaban a la patronal por diversos servicios, en concreto, el de coche oficial y chófer y el seguro de la sede de la CEG en Santiago.

Las razones de los cambios están en la búsqueda de mejorar la eficiencia de la institución y de abaratar los costes fijos que, a juicio de la nueva directiva, eran muy elevados en la etapa de Antonio Fontenla.

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