El Obradoiro debe acelerar la venta de acciones para garantizar su futuro

La primera fase de la campaña de abonos no ha resuelto los problemas del club, que cree que habrá que “sufrir” hasta el último día para conseguir el capital necesario para mantenerse en la Liga Endesa

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No hay partido fácil para el Obradoiro. El equipo de baloncesto consiguió la permanencia deportiva en la penúltima jornada de la liga regular. Y tendrá que esperar hasta última hora para confirmar el éxito de su conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), condición imprescindible para mantenerse en la Liga Endesa. Para ello deberá reunir un presupuesto de 3,05 millones de euros, repartidos en 24.400 acciones. La entidad se ha fijado como plazo máximo para iniciar los trámites el 15 de julio y ya ha advertido que “habrá que sufrir hasta el final”.

Así lo aseguró el director financiero del club, Alberto Parga, que mantiene un irreductible optimismo. “Avanzamos despacio porque no es fácil, no existe ningún mirlo blanco que vaya a poner todo el dinero de golpe, pero estoy convencido de que lo lograremos”, insistió.

Cifras de la primera campaña

La primera fase de la campaña de abonos finalizó el pasado jueves. Más de dos mil socios han renovado su asiento para el próximo curso, aproximadamente el 60% de los abonados de la pasada temporada. La gran mayoría (un 80%) ha aumentado también su número de acciones, respondiendo a la llamada del club, que fijó importantes descuentos e incluso planes de financiación ventajosos para estimular la adquisición de los títulos en esta etapa.

No fue un éxito rotundo ni tampoco se esperaba tal cosa. En el club juegan la carta de la constancia y confían en que el ritmo de adquisición de acciones no decaiga en la fase actual. “En este segundo tramo se liberan los asientos no renovados por abonados no accionistas, así que vendrán aquellos que quieran cambiar su asiento y creemos que el ritmo de compra se mantendrá”, explica Parga.

Los apoyos han venido fundamentalmente de peñas y aficionados, de la masa social que tanto se volcó con el equipo durante la temporada. Mientras, la directiva del club intenta conseguir respaldo entre las empresas y otros organismos que puedan dar el empujón final hacia la meta de los 3,05 millones de euros. De hecho, el pasado jueves parte de la junta se reunió en la Cámara de Comercio de Santiago con representantes de las asociaciones de empresarios de la ciudad. El vicepresidente del Blusens Monbus Obradoiro, José Ramón García, lo advirtió pocos días antes en declaraciones a El Correo Gallego, “el que pueda hacer algo que lo haga ya, porque el tiempo se acaba”.

Atenazados por la crisis

De no conseguir su objetivo, el Obradoiro podría correr la misma suerte que equipos como el Menorca Basket o CB Canarias, que renunciaron a la plaza que habían ganado en el terreno deportivo en la Liga Endesa por problemas económicos. También el Lucentum Alicante arrastra problemas similares. Necesita 700.000 euros para superar el concurso de acreedores, aunque ya baraja vender su plaza en la ACB. En el fondo del asunto siempre está la situación financiera del país. “Los tiempos que corren nos afectan a todos –reconoce Alberto Parga– y la situación no es voyante”

Según el director financiero del Obradoiro, uno de los aspectos que más ha afectado a los clubes es el paso atrás de las instituciones a la hora de ofrecer respaldo económico ya que “tienen problemas más urgentes y es lógico que se piense primero en los ciudadanos necesitados”.

No se ha querido pronunciar, sin embargo, sobre el futuro de la entidad en caso de no lograr la permanencia en la máxima categoría del baloncesto estatal. “No me compete a mí decidirlo”, dice. Lo que parece claro es que, una vez más, el Obradoiro tendrá que luchar contra el cronómetro y decidir su suerte en la última posesión del partido.

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