El negociador de Caixa Galicia afronta una fianza histórica

García de Paredes, gran defensor de la fusión de las cajas gallegas y mano derecha de José Luis Méndez, deberá depositar más de 7 millones de euros

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En la cúpula directiva de Caixa Galicia, Javier García de Paredes era el hombre amable, cordial hasta el punto de ofrecer su coche a los trabajadores de la entidad para ir a las reuniones con los sindicatos. “Así ahorramos kilometraje”, exponía a los representantes sindicales.

Para entonces, García de Paredes ya contaba con la confianza de su director en Caixa Galicia, José Luis Méndez. Lo avalaba su trayectoria. Llegó en 1999 a la asesoría jurídica de la caja, tras pasar por la secretaría del consejo y la secretaría general. Cumplió paso a paso sus responsabilidades, desde la relación con los sindicatos y partidos políticos hasta la externalización del fondo de pensiones en el año 2002. Y lo que era más importante a ojos de Méndez, pertenecía a la asesoría jurídica de la Caixa de Barcelona en Madrid cuando en 1990 cerró la fusión con la Caixa de Pensions, para dar como resultado La Caixa.

El director de Caixa Galicia lo situó en la primera línea de la entidad, su ‘número dos’, justo cuando tocaba batirse con Caixanova para concretar la fusión, proceso que García de Paredes defendió en todo momento. “Él negoció la fusión. Méndez pasó a un segundo plano y García de Paredes llevó el peso de las conversaciones. Al final, la mayor parte de los asuntos eran técnicos y él era el número uno de los técnicos”, recuerdan fuentes del comité de empresa.

Las virtudes que no tenía Méndez

Jurista de formación, casado y apegado a la tierra de su madre, Ribadeo. Si algo destacan los que mantuvieron trato con García de Paredes es su cercanía. “Tiene esa proximidad que Méndez no tiene, esa facilidad en el contacto y esa capacidad para hacerse entender”, exponen fuentes sindicales.

En su empatía, sumada a su habilidad negociadora, Méndez descubrió a un interlocutor válido en el proceso de fusión, capaz de situarse frente a frente con José Luis Pego, entonces director general de Caixanova.

Cuando la nueva entidad resultante de la fusión, Novacaixagalicia, comenzó a perder agua por demasiadas vías, García de Paredes aún mantuvo la entereza. “El último recuerdo que tengo de él fue con Pego en la planta novena de las instalaciones en Vigo. José Luis Pego era un hombre vencido, totalmente rendido, y hablaba de que la red de Novacaixagalicia era como una tela de araña que era irrompible y que teníamos que reforzarla más. García de Paredes estaba en video conferencia, proyectado en la pantalla, y tenía las ideas muy claras. Incluso bromeaba cuando las exponía. Dijo que la telaraña se podía romper, que ahí estaba Europa y China, y que estas oficinas igual eran de los chinos mañana”, recuerdan fuentes de UGT.

La fianza

Tiempo después, con la entidad que ayudó a crear nacionalizada y convertida en banco, García de Paredes se enfrenta a un nuevo órdago. La Audiencia Nacional le impone una fianza de 7.021.352,57, a depositar en un plazo de 24 horas desde su notificación, como medida cautelar tras su imputación en la investigación de las prejubilaciones millonarias cobradas por 4 exdirectivos de Novacaixagalicia. No se recuerda en Galicia cifra tan elevada.

En su declaración ante el juez instructor Ismael Moreno sostuvo que le ahorró a la entidad un millón y medio de euros al cobrar anticipadamente por capitalización los 5,36 millones de su jubilación y que estaba dispuesto a devolver 4 millones del dinero percibido.

“Lo más probable es que le haya perjudicado cobrar ese dinero anticipadamente, fuera o no para ahorrar los
intereses a la entidad –exponen fuentes conocedoras del caso– ,si no, no se explica la cuantía de la fianza”.

El juez obliga a García de Paredes a depositar los más de 7 millones de euros o «se procederá al embargo de bienes de su propiedad en cantidad suficiente para responder de las suma que se le reclama».

Familia

La relación del exdirector general adjunto ejecutivo de Novacaixagalicia con el mundo financiero le viene de familia. Su tío es Víctor Moro, el que fuera durante años subgobernador del Banco de España en Barcelona y, al igual que su sobrino, defensor en su momento de la fusión de las cajas gallegas.

Licenciado en derecho por la Universidad de Salamanca y con un máster en el Instituto de Empresa, García de Paredes fue un hombre fuerte de La Caixa, con responsabilidad sobre miles de oficinas en su puesto directivo de Madrid. También tenía vinculaciones con Caixa Galicia más allá del mundo financiero. Un primo suyo, hijo de Víctor Moro, trabajaba como médico para la entidad.

Por su juventud y por su talante, su llegada dio aire fresco a la caja gallega, en donde se convirtió en el brazo derecho de Méndez para capitanear la fusión. A diferencia de lo que sucedió en su primera experiencia, su segundo proceso de fusión, Novacaixagalicia, no salió como esperaba.

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