El mercado inmobiliario evidencia el deterioro de la clase media en Galicia

Los ciudadanos recurren al alquiler o a la vivienda usada para abaratar precios y sólo los más acaudalados acceden a los centros urbanos; el mercado se atasca en el primer trimestre a unos meses de que finalice el plan de vivienda

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Ya nada es como antes de la crisis. Tampoco la vivienda. Las dificultades para acceder al crédito, la merma de poder adquisitivo de los ciudadanos y una mayor desconfianza en la situación económica han generado un mercado distinto.

Se percibe en el aumento del alquiler, que acaparó el 70% de las operaciones inmobiliarias en Galicia el año pasado. También en que la vivienda más demandada sea la usada, con tres dormitorios, según la radiografía que hace la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia (Fegein).

El tramo medio no encuentra salida

«El tramo más alto o el más bajo es el que se está vendiendo», explica su presidente, Benito Iglesias. «El tramo medio, tiene difícil salida. Son viviendas que van de los 150.000 euros a los 400.000, normalmente en zonas semi urbanas, a las que antes accedía la clase media que ahora opta por opciones más económicas».

En este escenario, sobrevive un mercado de alto poder adquisitivo que puede instalarse en los centros urbanos. Mientras, la vivienda demandada, que antes se acercaba a los 200.000 euros, ahora está con suerte en torno a los 120.000.

Parón en el mercado

El cambio en la forma de acceder a la vivienda y la recuperación económica provocó un repunte en las operaciones en 2015, con 12.000 transacciones. Sin embargo, el INE certificaba un nuevo retroceso en el primer mes de 2016, con una caída de la compraventa del 7,5%.

En la patronal gallega corroboran el parón y lo extienden a todo el primer trimestre del año. «Hay un momento plano a la espera de que los ejecutivos tomen decisiones y marquen la hoja de ruta del sector», explica Iglesias, que incide en la finalización del Plan de Vivienda 2013-2016, las líneas maestras que marca el Gobierno central y que sigue la política de la Xunta.

Atasco político

La demora en la conformación de Gobierno retrasará mucho la llegada de una nueva hoja de ruta. A finales de este año, por ejemplo, concluye el proyecto Clima, de ayudas para la rehabilitación de vivienda y la línea ICO 2013-2016 para financiar las reformas de edificios destinadas a particulares y comunidades de propietarios. También finaliza la línea IDAE enfocada a la eficiencia energética en los hogares.

«Tampoco conocemos la fiscalidad, si se van a implementar incentivos o se va a gravar más a la vivienda. A la hora de activar nuevas promociones o incentivar la rehabilitación, no hay partidas presupuestarias de la Consellería ni del Instituto Galego de Vivenda para apoyar esta línea de actuación, ni una clara normativa fiscal que levante la compraventa de vivienda y que produzca un efecto dinamizador», lamenta Iglesias.

Medidas urgentes

La patronal lleva tiempo demandando una rebaja del IVA de tres puntos en la vivienda nueva y una rebaja de tres puntos en el ITP de vivienda usada, además de poner fin a toda la incertidumbre jurídica generada por los planes urbanos de las ciudades con la aplicación de la ley del suelo.

«Hace falta un empuje mal porque el parón económico se percibe en todos los sectores. No hay una subida del consumo, ni en productos ni en servicios, lo bastante sólida como para producir una reactivación económica», asegura.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp