El Igape recupera en los tribunales ayudas millonarias a grandes empresas

La aeronáutica Coasa y Einsa Print, obligadas a devolver subvenciones por 1,1 y 1 millón de euros, respectivamente, tras dos sentencias del TSXG sobre el incumplimiento de las condiciones pactadas

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A grandes subvenciones y condiciones incumplidas, grandes remedios, que se resuelven por vía judicial. La política de ayudas del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) se ha dado de frente con la crisis en los últimos años, y en muchos casos el organismo público ha visto cómo la recuperación de las subvenciones se dirimía en los tribunales. Y siempre el mismo motivo: el incumplimiento de los compromisos adquiridos por las empresas beneficiarias. Hasta ahora, siempre se trataba de firmas de pequeñas dimensiones y ayudas de baja cuantía. Llega el turno de las grandes empresas.  

Sustancial ha sido el cambio. Y lo demuestran dos recientes sentencias de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que afectan a la aeronáutica Coasa, filial de la vasca Aernnova con base de operaciones en el Parque Tecnológico de Ourense, y a Einsa Print, un grupo afincado en Pontedeume al que la crisis golpeó con especial virulencia. Ambas sentencias, que vienen a dar respuesta a los recursos presentados por las dos compañías, recogen el importe de las subvenciones concedidas. En el caso de Coasa, un total de 1,1 millones de euros. Y en el de Einsa, otro millón en ayudas públicas.  

Coasa y los empleos

En el caso de Componentes Aeronáuticos (Coasa), una firma que es bandera del emergente sector aeroespacial gallego, la sentencia da por buena otra anterior, recurrida por la compañía, del Juzgado de lo Contencioso de Santiago, que daba la razón al Igape y declaraba totalmente incumplidas las condiciones impuestas en la resolución de la concesión de ayuda por importe de de 1,1 millones.  

La reciente sentencia del TSXG data del pasado mes de abril, y considera que Coasa no cumplió las condiciones impuestas por las bases y la resolución de concesión de la ayuda, relativas al mantenimiento del empleo, que se consideraba estrictamente necesario para la operatividad y eficacia de la concesión de que se trataba. La evolución de la plantilla de Coasa durante el periodo de vigencia (2007 a 2012) ascendía a 299,56 puestos de trabajo, por debajo de los 307 exigidos.

Einsa y los fondos propios

En el caso de Einsa Print, el motivo del incumplimiento es bien distinto. La Sala de lo Contencioso considera incumplidas las ayudas a una inversión prevista, al no lograr acreditar unos fondos propios mínimos a los que se había comprometido. También Einsa recurrió la decisión del Juzgado de lo Contencioso de Santiago, que daba la razón al Igape en la revocación de la ayuda, en este caso de un millón.

El Igape había aprobado en 2008 las ayudas a Einsa para incentivar proyectos de inversión, en el marco de una solicitud de ayuda para adquisición de bienes de equipo para la mejora de su competitividad.  Como una de las condiciones impuestas, la firma pontesa tendría que acreditar, antes del 30 de junio de 2010, que disponía de fondos propios por un importe mínimo de 23,2 millones de euros y que tendría que mantener tal cifra hasta el plazo final de vigencia, lo que la empresa solicitante había aceptado. Einsa pidió varios aplazamientos, que le fueron concedidos por parte del Igape, hasta el organismo dependiente de Economía, en febrero de 2014, dijo basta y consideró incumplidas las condiciones. El TSXG, en ambos casos, ha dado la razón al Igape.

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