El Gobierno alemán ya presiona a PSA por los empleos de Opel 

El equipo de Merkel reconoce contactos con el grupo francés para pedir información sobre el futuro de los trabajadores en caso de que se produzca la venta 

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El Gobierno alemán ha iniciado los primeros contactos con el grupo francés PSA para reclamar información acerca del futuro de los trabajadores de Opel en caso de que se complete la venta de esta marca por parte del consorcio General Motors.

Las autoridades alemanas se suman de esta forma a una preocupación ya expresada por los sindicatos del país y por las distintas formaciones políticas en Reino Unido, donde se teme por los puestos de trabajo de la marca Vauxhall, también incluida en las negociaciones de venta.

El viceministro alemán de Economía, Matthias Machnig, ha indicado que PSA no ha ofrecido por el momento ninguna garantía acerca de la preservación del empleo en Opel, si bien ha admitido que toda especulación es, por el momento, «prematura», pues ni siquiera se ha alcanzado un acuerdo de venta.

Sin información

A priori, PSA tiene la intención de mantener la actividad en las cuatro fábricas de Opel en Alemania una vez haya completado la adquisición de la marca, según informó el diario alemán Bild am Sonntag. El Gobierno alemán, según la prensa del país, se muestra especialmente preocupado, entre otros motivos porque aparentemente no ha sido informado acerca del transcurso de las negociaciones.

Las conversaciones, en las que Opel podría quedar valorada en cerca de 2.000 millones de euros, se encuentra en una fase avanzada y, de completarse con éxito, acercarían al fabricante de Peugeot, Citröen y DS a Volkswagen, que se mantiene como el principal grupo de automoción de Europa.

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