El Deportivo se prepara para el concurso de acreedores

Hacienda no transige y condena al club a entrar en ley concursal antes de que acabe el año

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Al Deportivo se le acabó el tiempo. El presidente del club, Augusto César Lendoiro, ha asegurado que solicitará el concurso de acreedores antes de que finalice el año. Sólo un acuerdo con Hacienda en los próximos días podría evitarlo, pero el club se muestra pesimista al respecto. “No queremos ir al concurso de acreedores, pero no podemos esperar más tiempo. Queremos que se nos iguale el trato con otros clubs gallegos. Entendemos que tenemos fuerza moral para llegar a acuerdos, pero no depende de nosotros. No os puedo dar una respuesta ilusionante o positiva”, reconoció Lendoiro.

La deuda del club ronda los 100 millones de euros, según informó el presidente. El objetivo del Deportivo es conseguir facilidades de pago, ya que sigue defendiendo su viabilidad. La Agencia Tributaria no sólo no mejoró estas condiciones, sino que procedió, hace unos meses, a embargar al club la práctica totalidad de los ingresos de este año, lo que está provocando que no pueda hacer frente a sus pagos y, en consecuencia, la deuda siga aumentando. Así las cosas, el Deportivo entrará en concurso de acreedores si Hacienda no da un paso atrás en los próximos días y le ofrece facilidades para abonar su deuda. Entre ellas estaría levantar el embargo de ingresos que ahoga al club. Si esa puerta sigue sin abrirse, el concurso de acreedores será inminente.

¿Qué implica el concurso?

Lendoiro, más persimista que en su anterior comparecencia, ha querido quitar importancia a la entrada del club en la ley concursal. Rechazó la posibilidad de una suspensión de pagos a la plantilla o al personal del Deportivo y dijo que “no hay ninguna posibilidad” de que se produzca un descenso administrativo. Sí que reconoció que el concurso de acreedores condicionará decisivamente la entrada y salida de jugadores, así como cualquier operación no relacionada con los ingresos y gastos corrientes –como son el pago de personal o los ingresos por taquilla, por ejemplo–, que estará sometida a la administración concursal que imponga el juez.

En su anterior comparecencia, cuando reconoció el embargo de Hacienda y la entrada del club en un preconcurso, Lendoiro ni siquiera quiso hablar de un posible concurso de acreedores. Ahora, el Deportivo quita hierro a ese camino, el más probable ante la negativa de Hacienda a flexibilizar su postura. A pesar de ello, el discurso de Lendoiro mantiene los mismos argumentos. Insiste en que la Agencia Tributaria recaudaría más si el club elude el concurso y apela a la ética para ilustrar la postura de la directiva. “Queremos que todo el mundo cobre lo que le toca cobrar. Con un trato igual al de otros clubes en el ámbito gallego, podríamos llevar una vida normal y pagarlo todo. Dependemos de Hacienda, con el resto de acreedores no hay problema. Y si recibimos un trato igualitario, Hacienda no tendría que renunciar a ninguna parte de la deuda. Queremos pagar todo a todo el mundo”, aseguró.

Superávit de 12 millones

Toda la argumentación del Deportivo se basa en una idea: el club tiene más ingresos que gastos. El balance anual, según los cálculos de Lendoiro, arroja un superávit de entre ocho y doce millones de euros, sin contar, obviamente, los pagos de la deuda. Esta es la principal apelación del Deportivo para buscar un mejor trato con Hacienda, que le permita sufragar con ess ingresos la deuda, en un plazo aceptable para mantener el proyecto del club de eludir el concurso de acreedores.

Los ingresos, actualmente embargados, proceden de los derechos de televisión –18 millones de euros–, publicidad –7 millones de euros–, taquilla –7 millones de euros– y “otros conceptos”, que supondrían entre 3 y 4 millones. El total estaría entre los 35 y los 40 millones de euros. En cuanto a los gastos, Lendoiro los sitúa entre los 26 y 29 millones de euros –en torno a los 17 millones por plantilla y personal y 10 millones en “otros gastos”–. El balance total, dejaría al club con un superávit entre los 8 y los 12 millones, según su presidente.

“Sin deuda no tendríamos títulos”

Pero todo ello sirve de poco cuando los ingresos están embargados y la deuda, “elevadísima”, en palabras del propio Lendoiro, sigue creciendo. Ante esta situación, la única vía que le queda al club es someterse a la ley concursal, que sólo han podido evitar nueve clubes de los que militan actualmente en Primera División. Para explicar cómo se ha llegado a esta situación hay que remontarse muchos años, a la plenitud del Deportivo en la liga doméstica y en Europa. Lo reconoció el propio Lendoiro. “Si no nos hubiéramos endeudado entonces no hubiéramos conseguido títulos. Apostamos fuerte. Nos la jugamos. Las cuentas las puedes mantener mientras estás en Champions League, pero cuando te quedas fuera pasas de ingresar 25 millones a cero. Y los contratos de los jugadores hay que pagarlos”, expone.

La otra pérdida de ingresos se produce cuando el equipo desciende a Segunda División, “que pasas de ingresar 12 o 15 millones a 4 o 5”, señaló. Así resume esta deriva Augusto César Lendorio. “Llegamos a un acuerdo para pagar la deuda en cinco años, con la idea de que al llegar al cuarto año, llevando las cuentas al día, se podría prorrogar el plazo durante cinco años más. En ese intermedio sucede que de Madrid nos envían a Coruña –en referencia a las negociaciones con Hacienda–. En ese momento pasamos a estar bajo la presión implacable de La Voz de Galicia y se buscan soluciones que ahogan la vida del club. Después llega la Segunda División y no podemos no podemos hacer frente a los pagos”, siempre según la versión del presidente.

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